La primera nave híbrida de pasajeros del mundo (que no es contaminante) recaló en el Muelle Prat de Punta Arenas y su próximo destino será el Continente Blanco.

El MS Roald Amundsen  tiene cuatro motores, los dos principales son eléctricos y los restantes, diesel. Lo eléctricos entregan un soporte de respaldo de electricidad y todos están interconectados para aprovechar la energía que genera el motor principal. Este navío ocupa alrededor de 20% en diesel.

Este moderno barco tiene una capacidad para albergar alrededor de 400 personas, pero la tripulación y el staff de expedición (científicos) son otros 160. De hecho en el sexto piso, hay un laboratorio que utilizan las personas que están realmente capacitadas en materias antárticas.

Su capitán

La persona que está al mando del barco de 140 metros de eslora y once cubiertas, es el noruego Torry Sakaariaseen, capitán de vasta experiencia que ha navegado por años las aguas antárticas.
“Capitanear este barco ha sido una experiencia nueva debido al sistema híbrido que utiliza, porque no es lo que regularmente usan los barcos comunes. Este es el primer barco híbrido de pasajeros del mundo. Es muy económico porque solo usa un veinte por ciento de diesel en comparación al resto que usa petróleo”, señaló Sakaariaseen.

Los regalos de la reina

Una de las curiosidades de este barco, es que todas las obras y pinturas que están a su interior han sido donaciones de la Galería de Arte de la Reina de Noruega, Sonja Haraldsen, quien estuvo presente en Magallanes entre marzo y abril del año pasado, junto a su esposo el Rey Harald V.

El puerto hogar del Roald Amundsen antes de ir a la Antártica es Punta Arenas. Aquí, el crucero carga combustible, toma sus provisiones y cada 14 días sube y baja pasajeros para poder realizar su trayecto. Al navegar por las aguas del Estrecho sale hacia el sur y baja por el Canal Beagle. Su último despacho internacional es en Puerto Williams, para poder navegar el Cabo de Hornos y dirigirse hacia la Antártica, baja por el Cruce de Angostura, pasa por las Islas Margarita y Elefante, para después retornar por las islas del antártico sur y retornar a Magallanes.

Líder de la expedición

El alemán Steffen Biersack, organiza y desarrolla todas las expediciones que tienen en el destino planificado. Este explorador, está al mando de veintidós guías que son especialista en distintas materias (biología, geografía, etc.).

“Todo el mundo ama a la Antártica por muchas razones. Primero porque es un lugar hermoso, y segundo, porque es el lugar más lejano que quizás el hombre puede llegar”, comenta Biersack.

El alemán destaca que una de las mejores cualidades del barco es que “es extremadamente amigable con el medioambiente. El hecho de ser híbrido le permite reducir sus emisiones de carbono para evitar la contaminación del mar”.

Al mando de las máquinas

A pesar de ser de gran tamaño y capacidad, este barco noruego puede navegar a 14 nudos (25 kilómetros por hora), aunque podría alcanzar su máxima de 17.5 nudos o 31,5 kilómetros por hora.
El jefe de maquinas de esta “bestia” es el noruego Daniel Ebeltoft, quien explica que el paquete de baterías que utiliza el barco puede generar 6.000 kilovatios de poder. Además de enfatizar que su mayor desafío es “mantener la baterías cargadas. Es como cargar un teléfono, siempre tenemos que tener las baterías operativas. No es una dificultad, pero es un gran desafío”.

Aunque la probabilidades son muy bajas, en caso de que el barco se llegue a quedar sin batería en medio del mar, tiene 20 minutos de respaldo para después arrancar con los motores tradicionales.