El 15 de marzo, se inició en Magallanes la temporada del erizo, una que se avizoraba especialmente promisoria, ante los elevados precios que había alcanzado este producto.
Sin embargo, debido a la crisis derivada del Coronavirus, las cosas han salido de un modo muy diferente, dicen los dirigentes pesqueros artesanales de la región.
“La temporada está partiendo muy lento. La gente que hace las faenas, es decir, los intermediarios entre nosotros y las plantas, nos han dicho que las plantas pesqueras van a operar muy lento, esta temporada debido a todos los problemas que han habido y eso para nosotros es muy preocupante, porque significa que mucha gente se va a quedar sin poder trabajar”, dijo Francisco Lemus, presidente del Sindicato de Buzos, Tripulantes y Armadores de Punta Arenas.
Y estos problemas son básicamente dos: gran parte de los trabajadores de las plantas pesqueras, los buzos y otras faenas, son argentinos o viene de otras zonas del país como Chiloé o Puerto Montt y ahora no pueden trabajar.
“El otro problema que tenemos es que las plantas operan con hasta 500 personas en cada turno y se está diciendo que no pueden reunirse más de 50 personas. Entonces, ¿qué va a pasar con eso?, nadie nos ha dicho nada. La seremi de Salud no ha dicho nada y eso es muy preocupante para nosotros”.
A su vez, Sandro Cárdenas, empresario del transporte y expresidente de la Corporación Barranco Amarillo, agregó que “es probable que las plantas trabajen al 50 o al 80% por todos estos problemas de falta de dotación que hay y otras limitaciones por el Coronavirus, pero lamentablemente es una situación que no se puede evitar, dadas las circunstancias”.
Aunque la temporada del erizo partió hace cuatro
días, la actividad ayer en Caleta Barranco Amarillo era escasa, lo que
preocupa a los dirigentes.