El exalumno del Instituto Don Bosco de Punta Arenas, Maximiliano Haro, lleva varios años viviendo en China, el país donde comenzó la epidemia del Coronavirus, pero que ha disminuido contagios locales, es decir, todas las personas que están enfermas son casos importados.
El puntarenense explicó que en la residencia donde vive junto a su familia, los vigilantes funcionan como “policías”. “Cuando entramos o salimos de la residencia te miden la temperatura, si encuentran algo raro, llaman a una ambulancia y te llevan al hospital”.
Haro explicó que la mayoría de los chinos siguen todas las instrucciones que les ha entregado el Gobierno de ese país. “Todos están en sus casas, si alguien compra, vuelve inmediatamente. En las farmacias entregaban cierta cantidad de mascarillas, pero no a un precio excesivo. Hubo gente de otras ciudades que se quiso aprovechar del negocio, empezaron a subir los precios, pero el Gobierno los frenó y comenzó a multarlos”.
El magallánico envió un mensaje a todos sus coterráneos a seguir todas las indicaciones que entregan las autoridades sanitarias: lavarse las manos con agua, jabón, permanecer en sus hogares y dejar los zapatos afuera.