Un
duro golpe sufrió la ganadería regional a raíz del impacto mundial del
coronavirus. La caída en el crecimiento de la economía china, principal mercado
de este producto, generó un desplome en el valor internacional de la lana, uno
de los dos principales productos de la ganadería regional.
Según
explicó ayer Eduardo Contreras, gerente administrativo de la empresa Standar
Wool, principal poder comprador de la lana regional, el precio de la lana fina
se transa actualmente en valores en torno a los cinco a seis dólares la
tonelada, una cifra muy inferior a los 10 dólares la tonelada a la cual se
comercializó el año pasado. En tanto, la lana Corrediele, la más común, se
sitúa en torno a los tres dólares la tonelada, “una cifra más cercana a sus
valores habituales”, indicó.
Contreras
sostuvo que como consecuencia de esta situación, “hasta ahora, sólo se ha
cosechado un 30 por ciento de lo que habitualmente se cosecha aquí en
Magallanes, es decir, pasamos de cinco millones de kilos a menos de un millón
500 mil kilos cosechados a la fecha, ya que muchos ganaderos que poseen los
galpones necesarios, prefirieron simplemente guardar su producción para el
próximo año”, indicó.
Contreras
afirmó que “ésta es una situación inédita que a estas fechas ya se haya cerrado
prácticamente la temporada en circunstancias que para estas fechas, ya se ha
comercializado toda la producción regional”.
El
presidente de la Asociación de Ganaderos de Magallanes, Asogama, Cristian
Concha, dijo que “lamentablemente ésta ha sido una muy mala temporada para la
producción de lana regional, el precio cayó a la mitad y la venta llegó apenas
al 30% ya que la mayoría prefirió no vender su producción y quedarse con ella”,
situación que generará importantes pérdidas para el sector.
El
corredor de propiedades y economista agrario, Fernando Descourvieres, afirmó
que “lamentablemente, en la lana como en muchos otros productos, el gran
fijador de precios es China y mientras China esté atravesando un momento
complicado a raíz del Coronavirus, los precios internacionales irán a la baja”.
El
profesional sostuvo, además, que si bien hay ganaderos que cuentan con los
galpones y la infraestructura necesaria para guardar su producción, “ésta es
una posibilidad a la cual no pueden acceder los productores de menor tamaño y,
por lo tanto, ellos se verán aún más perjudicados por esta importante caída de
precios”, afirmó el profesional quien destacó ejemplos como el de Nueva Zelanda
donde cooperativas agrícolas controlan la producción y la comercialización de
este producto en el exterior. “Habría sido bueno contar con esta posibilidad”,
comentó.