Durante 46 versiones del Gran Premio de la Hermandad, se han vivido diferentes momentos que han quedado guardados en la memoria de los pilotos, navegantes, equipo técnico, familias enteras que se hacen hecho parte de la cita deportiva tuerca donde han disfrutado de triunfos, derrotas, abandonos y muchos sinsabores, pero sin duda, lo que es inevitable, es la pasión tuerca que terminada una versión, ya se esta pensando en recuperarse y participar del próximo año.
Y que es así, el evento tuerca más importante de la Patagonia chilena-argentina, produce esa pasión que se comienza a vivir desde muchos meses antes de la carrera, de interminables jornadas de trabajo junto al equipo mecánico, por dejar a punto el vehículo con el objetivo y ese ansiado y silencioso sueño de ganar la carrera.
Por otra parte, el trabajo de gestión del equipo, que tienen que ver con la organización y cada uno de los detalles, tanto en hospedaje y alojamiento de cada uno de los integrantes que esta detrás de cada piloto.
Sin duda todos esos factores que en esta época del año tradicionalmente ya se comenzaba a delinear y trabajar en el Gran Premio de la Hermandad.
El año 2020, quedará marcado en el calendario tuerca, por ser la primera vez, que no se pudo realizar la tradicional e histórica carrera que une los pueblos hermanos de Chile y Argentina.
Por otro lado el deporte en general sentirá este golpe que nos ha entregado la vida a través de esta pandemia del Coronavirus que nos tiene lejos de nuestra pasión deportiva, pero donde la salud es lo más importante en todo y para todos, y que nos tiene que entregar esa fuerza día a día para seguir esperando el mejor momento de volver al deporte, y así será para los pilotos, quienes en agosto del 2021, podrán volver a disfrutar como siempre de los privilegios de competir en el Gran Premio de la Hermandad.