Los días sábado es fácil ver a personas instalándose pasadas las 7 horas, poniendo sus productos en venta sin importar muchas veces ni las condiciones climáticas.
María, vive en el sector sur de Punta Arenas, específicamente en la Población Archipiélago de Chile, y en conversación con nuestro medio, manifestó que los sábado se levanta antes de las 6 horas para preparar sus cosas, y partir a vender, para poder obtener así un buen lugar dentro de los comerciantes.
"Yo durante la semana trabajo recolectando cosas para vender, uno cambia cosas o das cosas a cambio, por otros productos, que crees que se pueden vender de manera fácil, y más rápida y obvio, con un valor. Ahora con la pandemia ha sido un poco más complicado, porque se nota la desconfianza de la gente, pero yo y muchos hacemos una desinfección de los productos y estamos con nuestras medidas de seguridad, porque necesitamos vender, ya llegó al punto que vivimos de esto”, manifestó la vecina, que cruza la ciudad de extremo a extremo para vender sus productos.
La cuarentena total fue uno de los golpes duros que sufrieron, señalando que “yo de acá pago mis consumos, le doy de comer a mis dos hijas, entonces sin poder salir a vender, no era mucho lo que se podía hace, entonces se juntaron las boletas, decían que no se cobrarían los consumos, pero después cuando paso todo llegaron las cuentas, por suerte ahora la gente anda, y se cuida, que es lo importante, para que podamos seguir funcionando, nosotros debemos parar la olla y eso es bueno, que la gente tome dentro de todo conciencia, quizás no es lo ideal hacer esto, pero uno necesita vivir, necesita comer, entonces ojalá sigamos mejorando acá en Punta Arenas, así muchos podemos seguir trabajando”, concluyó mientras vendía los productos de vestuario que tenía en venta.
Sobre la libertad para trabajar que tienen, manifestó José Cárdenas, quien junto a su esposa, llevan varios años vendiendo, dijo que “no tenemos mayores problemas, de hecho carabineros pasan por acá, más en el verano vienen a caballo, y no nos ponen problemas como se ve en el norte, nos dejan trabajar y eso se agradece, porque se nota que comprenden que uno trabaja para vivir, igual que como lo hacen ellos”.
Agregó que “lo único malo es que a veces vienen los amigos de lo ajeno y se llevan las cosas. A nosotros una vez nos robaron una bolsa de ropa, sin que nos diéramos cuenta, como atendamos a otras personas”.
Para poder obtener la ropa que venden, indicó que “la gente ahora las ofrece hasta por Facebook, por lote, así que uno se la compra, y después va y busca el lote, llegas a la casa, ahora se lava todo, se ordena, y se deja en condiciones para poder obtenerla, lo mejor que los precios son accesibles para la gente, e incluso a veces hasta cosas nuevas se venden en un valor súper fácil de acceder”.
Cuando se inició la feria de las pulgas, solo se ocupaba un tramo de calle Capitán Guillermos, ahora ya se expandió por toda la Avenida Circunvalacion, llegando incluso hasta la Población Aves Australes, donde los fines de semana llegan cientos de personas a comprar, y poder aportar así con los vecinos que realizan sus ventas.
Carabineros constantemente patrulla el sector, para resguardar la seguridad de las personas, incluso cuando algunos inescrupulosos se aprovechan de las personas que venden, y aún así sustraen sus productos, provocando un daño considerable a estas personas.
Es por ello que hoy en Pingüino Multimedia destacamos la gran labor que cumplen los feriantes del sector, para poder sostener a sus familias.