La pandemia ha modificado sustancialmente el léxico de los chilenos, confundiendo, encubriendo, cuando no ocultando información que resulta relevante para asumir la compleja y difícil situación por la que atraviesa el país, que nos sitúa en el contexto de las naciones entre quienes lo están pasando mal, definitivamente el Senador Allamand, no tiene que disculparse, hay demasiados Eguiguren en este país y no todos son buenos actores. ¿Qué es esto de incipiente mejoría?, en realidad se nos quiere decir que se perciben los primeros atisbos de algo que parece ser una mejoría, pero en realidad no lo es en medio de hospitales colapsados y pacientes atendidos con urgencia, pero casi para recibir la extremaunción en el pasillo de algún CEFAM de Santiago, ante funcionarios impotentes para prestar un mejor servicio por falta de recursos. Quienes hemos tenido parientes y amigos graves, contagiados y en cuarentena, sabemos que a esas familias de la apabullada clase media no ha llegado el Estado, ni siquiera con una corona de caridad, lo único que están recibiendo en sus casas no es una caja sino que sobres con cobranzas y boletas impagas. Chile, no necesita de una nueva Teletón, no es un problema de caridad o de solidaridad personal o de responsabilidad social de la empresa, sino que de un Estado que realice los principios de eficiencia y eficacia. En tanto aquello no ocurra seguiremos en un estadio permanente de incipiente mejoría, como sociedad, no sólo ante esta pandemia sino que ante todas nuestras urgencias. La cuarentena o acuartelamiento en nuestros propios hogares y, el distanciamiento social no es la respuesta adecuada y el lenguaje apropiado, por el contrario, hay que hablar más bien de acercamiento social y distanciamiento físico, que no es lo mismo. El acercamiento social nos puede ayudar, al menos en algunos aspectos, como dejar de lamentarnos y contribuir cada cual en lo suyo para mejorar y dejar de funcionar en clichés, consignas y descalificaciones que saturan y perturban aún más nuestra salud mental tan comprometida en estos días. La educación pública es uno de los sectores más afectados. Con todo, no se puede generalizar y ver el vaso medio vacío. La Región de Magallanes, sigue teniendo una situación de privilegio, tiene en el sector público una de las mejores infraestructuras del país y equipamiento. Es bueno ejercitar la memoria, corresponde al ex alcalde Juan Morano, el mérito de haber introducido una mejora sustancial en el equipamiento y contratación de personal del área informática que antes no existía, gestión que continuó el alcalde Vladimiro Mimica, con nuevos equipamiento y la ejecución del programa MI PC, con financiamiento del Ministerio de Educación y un equipamiento sin precedente en la Escuela Industrial, estos aportes fueron realizados durante los Gobiernos de la Presidenta Bachelet y Sebastián Piñera, en su primer periodo. Luego, no es para llorar y seguir destacando la brecha digital como si nada se hubiese hecho, basta de la política de alcaldes y directivos que sólo hacen de eternos pedigüeños. En este aspecto se hicieron avances sustantivos, destacar los logros que ha tenido el país en éste y otros ámbitos choca con una cultura plañidera, de queja permanente, quizá es hora de dejar de lado el tango cambalache, al menos que lo haga este Gobierno Regional, en que sus personeros se han demostrado incapaces de generar una actitud positiva, parecen más bien funcionarios contratados para transmitir pesimismo, recordarnos las brechas existentes y hacer un recuento de las notas necrológicas. Por qué no, mostrar una región privilegiada, con una baja tasa de contagio, excelente infraestructura hospitalaria, una salud primaria de excelencia y un sistema de urgencia que ha superado el estado de incipiente mejoría. La salud mental es un enorme desafío, en que las comunicaciones tienen enorme relevancia, es patético en esta urgencia, cuestionar a un parlamentario porque no respeta el lenguaje de un académico de la lengua, eso sólo demuestra que la falta de sintonía con la realidad es enorme y que no estamos siquiera al inicio de una urgente mejoría.