En menos de 24 horas, una nueva fiesta durante el Estado de Excepción Constitucional fue interrumpida por las autoridades.

Ayer, en la intersección de Avenida España con Capitán Guillermos, cerca de 24 personas fueron fiscalizadas, uno de ellos menor de edad. Todos de nacionalidad colombiana.

La fiesta clandestina fue denunciada por vecinos del sector, quienes sospecharon de una alta aglomeración de personas por los ruidos molestos.

Carabineros acudió al lugar ayudados por funcionarios del Ejército, quienes hicieron un cerco humano para impedir el acceso al pasaje donde se ubicaba la casa. Además, llegaron al lugar personeros de la Policía de Investigaciones (PDI) y Seguridad Ciudadana de la Gobernación de Magallanes.

“Personal de Carabineros se apersonó en el lugar, ratificando lo que se había denunciado. Por esto, se procedió a la fiscalización por violación a la normativa sanitaria”, señaló el capitán Fernando Quiñiñir.

Tras controlar la identidad de los participantes de la fiesta, se notificó a la Seremi de Salud para que puedan realizar el sumario sanitario. Además, se comunicó lo sucedido al fiscal de turno, Ricardo Torres, quien decidió dejar en libertad a los participantes de la fiesta y bajo apercebimiento.

Segunda fiesta

Esta es la segunda vez del fin de semana que se fiscaliza una fiesta clandestina. El viernes, 20 personas fueron controladas en un domicilio ubicado en la calle Bellavista, en el centro de la ciudad.

“Para la Subsecretaría de Prevención del Delito es relevante el trabajo con todas las instituciones que estuvieron presentes en el operativo. Una vez recibidas las denuncias, nos permite actuar de manera eficiente”, dijo en aquella oportunidad la coordinadora de Seguridad Ciudadana, Pamela Flores.