Cuando el lunes pasado, las autoridades de salud dieron a conocer el retroceso de Punta Arenas a la Fase 2, el golpe cayó como un tremendo balde de agua fría sobre una comunidad magallánica que creía que lo peor de la pandemia había pasado, al menos en la zona más austral del país.

Y es que el rápido avance del proceso de vacunación en la región, el más eficiente de todo el país, había traído grandes esperanzas a una población magallánica que empezaba a recuperarse de una de las cuarentenas más largas de todo el país.

Sin embargo, la gravedad de la situación fue expuesta esa tarde, con especial nitidez, por el doctor Gustavo Almárcegui, en nombre de la Seremi de Salud, ante el pleno del Consejo Regional (CORE) de Magallanes.

Almárcegui, coordinador regional de Testeo y Trazabilidad Covid-19, declaró sin ambages que “un descontrol de la pandemia en la Región de Magallanes, en las actuales condiciones, podría ser una catástrofe porque no tendríamos dónde derivar pacientes en el resto de la red asistencial”.

El profesional recordó entonces, que “cuando tuvimos la segunda ola, en septiembre, con más de 1.500 casos activos, teníamos el resto del país con una ocupación de camas bastante baja y que nos permitía derivar, algo totalmente disímil de lo que ocurre actualmente”, manifestó el profesional en referencia a la grave falta de camas críticas en el resto del país.

De hecho, cada vez son más los pacientes que son aeroevacuados desde el resto del país a Punta Arenas, para recibir atención y este fin de semana, 12 camas críticas eran ocupadas por personas en esta condición.

Pero las implicancias de este recrudecimiento de la actual pandemia a nivel nacional e internacional, son aún más graves, como lo demuestra el inesperado conflicto desatado en Neuquén y que podría, desembocar en una situación de desabastecimiento de la población.

Ello, porque los trabajadores de la salud de esa provincia se volcaron a las rutas exigiendo mejoras salariales y bloqueando el tránsito de los camiones, muchos de los cuales transportan mercaderías, alimentos, frutas y verduras a Magallanes. Y todo ello, luego que el Presidente Alberto Fernández les dijera que “los trabajadores de la salud se habían relajado” en el control de la pandemia en un país que casi no tiene vacunas para combatirla.

REACCIONES

Para el presidente de la Asociación de Empresarios Gastronómicos, GastroPuq, Jaime Jelincic, la medida es simplemente “un castigo para los empresarios y las personas que han hecho el esfuerzo de hacer las cosas bien. Esto nos afecta profundamente, estuvimos casi tres semanas pudiendo trabajar en condiciones relativamente más normales, habíamos sacado a gente de la AFC y las estábamos volviendo a contratar para que pudieran volver a sus niveles de ingresos normales”.

A su juicio, hay un problema profundo en las políticas públicas implementadas. “Aquí hay un problema en las políticas públicas. Aquellos que hacen las cosas mal, se divierten, hacen fiestas cuando no corresponde, no usan mascarillas, no mantienen la distancia social, rechazan vacunarse, no tienen nada de solidaridad con sus conciudadanos y el resto de la región. Pero resulta que ante esto, lo que la autoridad hace es cerrar y eso creo que hay que cambiarlo porque o si no, no vamos en la línea correcta”.

“También hago un llamado no sólo a los jóvenes, sino también a las empresas que no respetan las normas que es importante tener una mirada más solidaria. Si no hacemos las cosas bien, vamos a afectar a muchas otras personas”, dijo.

A su vez, el movimiento Magallanes se Levanta, criticó el impacto de las restricciones implementadas, en especial, el adelantamiento del toque de queda. “Para los gremios del turismo, el adelantamiento del toque de queda es una tremenda falta de respeto hacia los magallánicos, los emprendedores y las autoridades regionales”.

A su juicio, “las medidas “centralistas del gobierno de adelantar el toque de queda y las diversas restricciones podrían afectar el abastecimiento alimenticio en la región. Estamos muy claros y preocupados por la salud de las personas, es fundamental que sigamos las normas sanitarias y que no relajemos las medidas de autocuidado para seguir retornando a la nueva normalidad, pero debe existir un equilibrio en la toma de decisiones para no seguir perjudicando siempre a los emprendedores”.

“No logramos entender por qué estando en Fase 3, con más del 60% de la población vacunada, con positividad promedio del 5% y con camas UCI disponibles, tenemos el mismo tratamiento que Santiago. Recordemos que cuando nosotros estuvimos cinco meses encerrados con un toque de queda a las 20.00 horas, Santiago en Fase 3 tenía vida normal y toque de queda a las 23.00 horas”.

Agregan que “Las autoridades sanitarias regionales han hecho un tremendo esfuerzo junto a los profesionales de la salud, lo que creemos ha tenido un muy buen resultado en la disminución de los contagios y en la exitosa campaña de vacunación. Asimismo, nosotros las empresas hemos realizado un trabajo conjunto de fiscalizaciones sanitarias, vacunación a nuestros trabajadores y hemos implementado muchísimos protocolos sanitarios para cuidarnos entre todos”.

“Nada parece importar al gobierno central quienes no valoran el esfuerzo de sus propios funcionarios públicos y menos el que hemos hecho las micro y pequeñas empresas. Estamos simplemente agotados y muy decepcionados. El turismo en general no ve luces en el corto plazo y los gastronómicos con sólo adelantar el toque de queda disminuirán entre 30% y 50% las ventas, ya que el turno más fuerte es cerca de las 20.00 horas, manifestaron a través de un comunicado”.

Tal era el sentir de gran parte del comercio, en las horas previas al decreto que pasó a la capital de Magallanes a la Fase 2, lo que da cuenta de la distancia con las medidas que estaban por venir.

ABASTECIMIENTO

La preocupación de los comerciantes por el abastecimiento de la población, se refería a las restricciones sanitarias adoptadas hacia la llegada de camiones a la región, a quienes se les exigió presentar un PCR negativo con 72 horas de antelación. La medida dio lugar a agrias negociaciones con los gremios del transporte, tanto nacionales como extranjeros, al punto que, todos los gremios del transporte nacional emitieron un comunicado conjunto, pidiendo la no aplicación de esta medida a los choferes extranjeros, para evitar represalias de países vecinos, lo que agravaría aún más la situación de la población. “En Argentina nosotros somos los extranjeros, y ellos también pueden tomar nota y ponernos esta misma exigencia que es casi imposible de cumplir”, recordó el director nacional de la CNTC, Pedro Aguilar.

Dicho y hecho. Horas más tarde, Argentina aplicaba la misma exigencia a los choferes chilenos “atendida la gravedad de la situación de pandemia existente en Chile”, rezaba el comunicado del Ministerio de Transporte trasandino.

Ello dio lugar a nuevas negociaciones y cuando parecía que el conflicto, se resolvía, surgió la movilización de la salud en Neuquén. Como consecuencia, ayer diversos comerciantes locales ya empezaron a advertir que, posiblemente, no reciban mercadería la próxima semana.