“Es tremendo lo que está pasando hoy con los combustibles. No hay bolsillo que aguante y los camioneros no podemos subir los fletes, salvo algunos que tienen contratos con grandes empresas y que son muy pocos”, dijo Miguel Cárdenas, presidente de Asoducam, luego que ayer el precio de las bencinas superara los mil pesos en Punta Arenas.
A su juicio, una forma de regularizar la actual situación sería disminuir el impuesto específico que paga la ciudadanía y aumentar la base de contribuyentes, incluyendo a las empresas que hoy no lo pagan y, sin embargo, utilizan diésel, como las aerolíneas, navieras, forestales, mineras, constructoras y energéticas. A su juicio, con esta medida el Gobierno podría recaudar el triple y podría disminuir el precio de la gasolina a la mitad. “Todos ganaríamos, pero el problema para eso es que se requiere de una ley, y los miembros del Congreso tienen miedo de meterles la mano al bolsillo a las grandes empresas, porque ellas son las que les financian las campañas políticas a los mismos legisladores que están en el Congreso”. Agregó que “es un problema del Legislativo, que debe crear una nueva ley donde se determine el impuesto específico, y no lo hace porque no hay voluntad política. En eso el Gobierno no tiene nada que ver”.