En la mañana del lunes, un interno de 67 años fue encontrado sin vida en su celda del Complejo Penitenciario de Punta Arenas. De acuerdo a las autoridades, el deceso se produjo a una acción suicida.

 El fallecido cumplía con prisión preventiva desde el mediodía del domingo. Se le impuso esa medida cautelar tras ser formalizado por delitos de violencia intrafamiliar. Su cuerpo fue encontrado en el módulo de aislamiento, donde los recién llegados deben permanecer recluidos durante dos semanas para evitar la propagación del virus Covid-19. 

El fiscal de turno fue notificado de la situación e instruyó que la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones hiciese las primeras diligencias.

“Al reconocimiento externo policial, trabajo criminalístico del cuerpo, se logra establecer que presenta lesiones propias a una asfixia, donde no existe participación de terceros”, dijo en las afueras del recinto el subprefecto y jefe de la BH, Héctor Marín.

A través de un comunicado, la dirección regional de Gendarmería lamentó la situación y expresó sus condolencias a la familia. Además, aseguraron que el imputado “no manifestaba ideas suicidas ni eventuales conflictos con el resto de la población penal, según la encuesta que se le aplicó tras ser derivado por el tribunal”.

La familiar de un reo que presenció la llegada de la PDI y del SML fue crítica respecto a lo sucedido. “Gendarmería tiene que hacer una investigación real. Uno queda con el alma en un hilo sobre qué está pasando con los internos adentro de la cárcel”, dijo.