Las expediciones Científicas Antárticas 56 y 57 tuvieron un significado especial. En medio de la investigación, comenzó la pandemia del Covid-19, pero aún así, las expediciones salieron adelante.

Mario Simirgiotis, químico y profesor de la Universidad Austral de Chile, realizó un estudio de la química y actividad neuroprotectora. Reveló cómo fueron esos días. “Me sentí muy reglamentado y complicado en el viaje, el aislamiento, los cuidados y la cuarentena de 15 días. Pero ahora siento que valió la pena”, dijo.

Mientras tanto, Francisco Matus encabezó un proyecto y en el cual destacó el rol del Instituto Antártico Chileno. “Los logros de la ciencia antártica en Chile y para los colaboradores extranjeros se deben en gran medida al esfuerzo que el grupo INACh otorga a los distintos grupos de investigación”, alabó.

Kelly Wilhelm, profesor de la Universidad de Wisconsin-River Falls presente en una investigación del desarrollo del suelo en la península Antártica, señaló que “todos han sido de gran ayuda para recolectar suministros, obtener formularios y superar la cuarentena previa y las pruebas de PCR”.

Para Carolina Marín, la emergencia sanitaria no fue impedimento para ser parte de un proyecto que atesorará dentro de su carrera. “No se puede poner el precio a vivir los sueños. Me siento afortunada de participar en esta expedición y de formar parte de las investigaciones que se desarrollaron este año. La ciencia no se detiene y me alegra que seamos muchos los dispuestos a aportar nuestros conocimientos”, declaró

Algo similar piensa Scarlett Troncoso. “Ha sido una de las mejores aventuras de mi vida, me siento muy feliz con todo lo que he vivido en esta experiencia, sin duda fue muy enriquecedor”, indicó.