Todos somos culpables. Obvio unos más que otros, que ahora andan como el avestruz ocultando la cabeza ante la amenaza del fascismo, porque lo es, ya que ideas retrógradas para la condición humana solo pueden provenir de mentes a las que no les interesa ni el bien común ni el progreso social, sino su ideología que, a lo largo de la historia (exactamente igual al comunismo), solo han dejado una huella de espanto, de opresión y de retroceso. Uno entiende la adherencia a un partido político, pero renegar de principios, negar del humanismo, de la convivencia incluso con las diferencias y justificar a un tipo como Kaiser me parece extremo, negacionista, retroceso puro… ¿En serio una mujer puede defender a un tipo que reniega del voto femenino? ¿Debemos aceptar eso de que “los de Pisagua están bien fusilados”? ¿En serio usted adhiere a este tipo de ideologías?... Le reconozco su animadversión a Castro, Guevara, Maduro, Nicaragua, pero ¿no le resulta inconsecuente que demonicemos a esos países y aceptemos a China? ¿O acaso China es el paraíso de las libertades individuales y la tolerancia ideológica? ¿No se acuerda que en una plaza el ejército chino masacró a miles de estudiantes por protestar?... Pero resulta que China sí es aceptable porque es un aliado comercial poderoso y ahí no interesa el totalitarismo comunista, sino el dinero y, como le espetó Moschiatti a Kast, el comunismo es aceptable cuando puedo obtener dinero por medio y que los otros pueden ser sancionados porque son pobres. Este doble estándar fascismo es el que hay que evitar y, como tantos hablan de las volteretas de Boric, también sería bueno que revisaran las piruetas del otro sector y nos vamos a encontrar con lo mismo de siempre: el poder arrasa principios, avasalla valores, nos disfrazamos de lo que sea… Resulta realmente espantoso que quienes tildaban a Kast como de extrema derecha, hoy se sumen a él bajo la consigna de luchar contra el comunismo y con esta premisa (apelando al temor), reluzcan valores como patria, orden, progreso. Pregunto: lo que hemos vivido, estamos viviendo ¿es producto del comunismo?, ¿las AFP fueron gracias al comunismo, las malas pensiones, la precariedad de la salud, el abuso sistemático de cierto sector empresarial y ni hablar de la banca, es producto del comunismo? Todos hemos sido culpables, todos, los gobiernos de la ex Concertación y los dos gobiernos de Piñera lo único que han hecho es perfeccionar un modelo neo-liberal que solo se nutre a sí mismo, que de cuando en vez deja caer una migaja para los de abajo, que entrega “aspirinas” y que bajo el eslogan del desarrollo económico nos han despojado de todo y hay quienes defienden que un árbol de palta tenga más derecho al agua que un ser humano: esta aberración y abuso ¿es producto del comunismo?... Sembrar el temor, asustar, mantener a la gente bajo el miedo es una táctica antigua del fascismo y es exactamente lo que están haciendo ahora. Chile no va a vivir bajo el comunismo y salvo los adherentes a ese partido y una que otra figura exitosa por su gestión que pueda aparecer de tanto en vez, la ciudadanía mayoritariamente rechaza esta ideología por la misma razón que rechaza el fascismo. Los tiempos de lo “políticamente correcto” ya pasó, asumamos las culpas, que alguien salga asumiendo por una &%$# vez las culpas. Llegamos a este punto gracias a los mismos que nos piden ahora unirnos contra el fascismo. Fueron los mismos que le entregaron a Piñera en bandeja un segundo mandato los que ahora andan con las manos en sus traseros, fueron ellos y el séquito de testaferros los que nos dijeron (miren la tontera): “que daba lo mismo quien gobernaba”… ¿Y?... Ganó Piñera. Obligado por consecuencia, adherirme a una candidatura francamente patética. Una vez más obligado a votar “por el mal menor”. Como en cada elección arrinconado por quienes, sin visión de país, cambiando sus principios según sus conveniencias, andan de la mano con los que aborrecían. Aquí los culpables de este momento se han hecho los #$%$# y una vez más nos condujeron a esta encrucijada. Voy a adherir a esta campaña, pero ustedes, como para miles, solo son el mal menor, nada más que eso. Para todos, como siempre, un abrazo.