La imputada fue formalizada tras el procedimiento que hizo la Policía de Investigaciones (PDI) y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) en su domicilio. En la fiscalización conjunta hallaron siete casatas con carne de ostión congelado que pesaban 6,4 kilos, correspondiente a 444 ejemplares. También descubrieron otra caja con 3,7 kilos de carne de centolla.
Según la denuncia, todos los recursos vivos correspondían a especies en veda. De acuerdo a la Ley de Pesca indica que “el almacenamiento de recursos hidrobiológicos vedados será sancionado con presidio menor”.
La imputada concurrió a las dependencias del tribunal para que se explorase una salida alternativa. Finalmente, el tribunal autorizó a que se suspenda la causa en su contra, pero bajo dos condiciones: donar 200 mil a la fundación Manos de Hermanos e informar sus cambios de domicilio. Si cumple con ambas exigencias, en un año más será sobreseída y su hoja de antecedentes penales queda limpia.