La importancia de la educación salesiana en la Región de Magallanes y Antártica Chilena ha sido trascendental. San Juan Bosco fue un educador excepcional. Su inteligencia aguda, su sentido común y su profunda espiritualidad le llevaron a crear un sistema de educación capaz de desarrollar a la persona en su totalidad -cuerpo, corazón, mente y espíritu-. En nuestra región ello se ha visto reflejado desde hace 135 años. El 21 de julio de 1887 llegaron a Punta Arenas los primeros cuatro sacerdotes de la orden Salesiana, fundada en la ciudad italiana de Turín por Juan Bosco, que pertenece a la Sociedad San Francisco de Sales. Tarea prioritaria: educar y evangelizar, en la llamada desde 1883 la “Prefectura Apostólica de la Patagonia Meridional y Tierra del Fuego”. Primero, los salesianos que ya estaban en Italia, España y Francia, llegaron a Buenos Aires, Argentina, en labores pastorales de la Iglesia Católica. El 21 de julio de 1887, llega a Punta Arenas, el superior José Fagnano. Lo acompañan los sacerdotes: Antonio Ferrero y Fortunato Griffa y el coadjutor José Audicio. Comienza así, la misión salesiana en Magallanes y en la Patagonia. En nuestra región, los primeros centros educacionales fueron salesianos, antes de que hubiera otro tipo de enseñanza. En todo eso radica la importancia de los festejos que en los recientes días vivimos en Magallanes con los siete colegios. Son muchos los ex alumnos salesianos en Magallanes que hoy están esparcidos por el país y lucen orgullosamente el haber pasado por aquellas aulas. Por todo aquello la región le debe mucho a esta congregación y los homenajes en muchos casos pueden ser pocos ante un servicio educacional orientado en la promoción integral de la persona.