Llegó el día. Luego de varias semanas en una franca estabilidad de casos nuevos de coronavirus en el país y una Red Asistencial estable, el Ministerio de Salud decidió ponerle fin ayer al uso obligatorio de las mascarillas. Al igual que el pase de movilidad, que quedará en el olvido, y ahora anualmente todos los habitantes de este país con enfermedades de riesgo deberán vacunarse contra esta enfermedad respiratoria que formará parte del Programa Nacional de Inmunizaciones.

Era previsto que la autoridad sanitaria estaba esperando el fin de las Fiestas Patrias y el retorno de cientos de chilenos a sus hogares para anunciar un secreto a voces.

Eso sí, la ministra de Salud, doctora Ximena Aguilera, afirmó que la Comunicación de Riesgo se continuará potenciando y el refuerzo de las medidas sanitarias será permanente. Además que el anuncio “no es con chipe libre”.

El nuevo escenario de apertura en el cual amanecerán todas las regiones y comunas del país a partir del 1 de octubre es el siguiente:

Mascarillas: Su uso deja de ser obligatorio, excepto en centros de salud. Se recomienda en transporte, aglomeraciones y para personas con síntomas Covid-19.

Vacunación: Se sigue promoviendo. Se incorpora al Programa Nacional de Inmunización la nueva vacuna bivalente (Covid-19) dirigida a grupos de riesgo como una estrategia anual.

Pase de movilidad: Se elimina su exigencia.

Aforos: Se eliminan en espacios abiertos y cerrados. Se recomienda ventilación.

Reacciones

En Magallanes, varias voces coincidían en que su obligatoriedad parecía innecesaria. Sobre todo por el hecho de la buena cobertura de vacunación con la que cuenta el país.

El profesor de la Universidad de Magallanes y especialista en Infectología doctor Rodrigo Muñoz es claro en señalar que el uso de la mascarilla ayudó a prevenir muchos casos de Covid, especialmente en personas en alto riesgo de tener una enfermedad grave. Además, no pone en duda la efectividad de las vacunas.

“El dejar de usar mascarillas en forma universal, especialmente después de lo largo que ha sido la pandemia, parece una buena decisión, siempre pensando que vamos a tener aún situaciones en las que la mascarilla va a ser recomendable”, señaló Muñoz.

La exsubsecretaria de Salud Pública doctora Lidia Amarales precisó que la medida se tomó en el momento preciso después de las cinco semanas de disminución de casos que, desde el punto de vista epidemiológico, demuestra que la tendencia es el descenso.

“La medida de la eliminación de la mascarilla es la que más sentido le hace a la población porque hay un agotamiento absoluto, pero hay otras medidas de salud pública que orientan a que estamos enfrentando como país, con una mirada global, esta situación que claramente todavía no finaliza (la pandemia); que esta sería una enfermedad endémica y por lo tanto nuestras medidas (vacunación, baja positividad, testeo, trazabilidad y aislamiento) deben mantenerse en el tiempo”.

Finalmente, el exseremi de Salud Óscar Vargas coincide con los profesionales de la salud.

“El momento epidemiológico hace razonable flexibilizar medidas. Tanto los aforos, el pase de movilidad y las mascarillas no influyen grandemente en un país que ha disminuido la cantidad de infectados, considerando además que la enfermedad no está sobrecargando la capacidad sanitaria, en especial la de servicios de urgencia”.