Ayer se inició el juicio en contra de un hombre que habría perpetrado abusos sexuales reiterados en contra de su hija. De acogerse las solicitudes de pena de la Fiscalía, el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas puede imponerle hasta 12 años de cárcel.

El Ministerio Público intentará acreditar los ataques ocurridos en fechas indeterminadas de 2011, cuando la víctima tenía entre siete y ocho años de edad.

Según la acusación, los abusos ocurrieron cuando la niña visitaba la casa de su padre en calle Errázuriz. El sujeto aprovechaba las instancias a solas para tocar su zona corporal y genital, tanto por debajo como por encima de la ropa. También le habría exhibido sus propias partes íntimas y la conminó a tocárselas.

Además, el padre le habría exhibido material pornográfico a la menor de edad. “Le decía a su hija que eso es lo que debía hacer con su novio”, dice la acusación.

La víctima develó los hechos a su siquiatra, quien estampó la denuncia a las autoridades. En julio de 2020 el padre fue formalizado por vía telemática y le impusieron la prisión preventiva, pero jamás se presentó al cuartel policial y se mantuvo prófugo por casi un mes. Finalmente, la PDI dio con su paradero en agosto de 2020.

A casi dos años de su detención, el hombre se conectó desde el Complejo Penitenciario de Punta Arenas para ser enjuiciado. La Fiscalía presentará cerca de 20 testigos, incluyendo el relato de la víctima y miembros de su grupo familiar.

Tanto el Ministerio Público como la parte querellante acusan al imputado por dos delitos de abuso sexual en carácter de reiterado. Además invocan la agravante de parentesco. Solicitan que se impongan 12 años de cárcel.

“Este es un caso grave de abuso sexual impropio, por quien tiene la calidad de ser padre de la víctima”, dijo la fiscal Wendoline Acuña en su alegato inicial. “Las conductas que señalamos en la acusación se realizaron siempre cuando este se encontraba al cuidado de su hija”.

El juicio está programado para cinco jornadas.