25 de abril de 2024
El tiempo - Tutiempo.net

Avenida España #959
61 2 292900

Súmate a nuestras redes sociales

Ediciones Anteriores

Buscador de noticias

RECIBE GRATIS

Diario El Pingüino todos los días donde quieras.
Lo último de nuestras redes sociales
Columna de opinión

La impotencia del gobierno sobre el orden público

opinion
05/12/2022 a las 16:28
Pablo Oyarzo
1054

Nelson Leiva Lerzundi, Cientista Político

El gran desafío del gobierno del presidente Boric, a causa del aumento de los disturbios y actos delictivos a nivel nacional, es garantizar el orden público y mejorar su relación con la fuerza policial. Sin duda, estas se han vuelto tareas fundamentales para tener gobernabilidad, porque llevamos ya un año con desmanes, reclamos por asaltos en la carretera, encerronas sin control en la ciudad, y la sombra del narcotráfico amenazando tomar el orden público a la fuerza.

Sin embargo, hay que recordar que el presidente se identifica ampliamente con los movimientos sociales, quienes politizan su descontento con protestas, desmanes y luego critican el accionar de las fuerzas policiales por el control de estas. Como presidente de la Federación de Estudiantes de Chile (Fech), en compañía de Giorgio Jackson y Camila Vallejo, tras una de las marchas por una educación pública, gratuita y de calidad, acabaron siendo protagonistas de una contención policial en donde fueron fuertemente reprimidos, golpeados, mojados y detenidos. Irrecusablemente, el presidente, sus ministros y coalición de gobierno, ven a la policía como represores.

Allí radica la mala sensación entre la policía y esta administración, puesto que nuestro presidente Gabriel Boric, aún siendo diputado exigía “refundar Carabineros ahora”, planteando la necesidad de hacerles cambios profundos y radicales. Sin ir más lejos, al ser electo, esta iniciativa era parte principal de su programa de gobierno.

En la actualidad, esto no acaba por ser una relación política sana, coherente e institucional, porque ni unos ni otros se ven como interlocutores válidos. Se convierte en un problema ético y una contradicción vital de ambas partes, puesto que carabineros e investigaciones deben cumplir su cometido, que es cumplir el estado de derecho y el control del legítimo uso de la fuerza, mientras son mandatados por quienes reprimían hace unos años.

Esta es una situación difícil que se repite de nuevo, aunque de otra manera, no tan trágica. Esa desconfianza de instituciones es lo mismo que ocurrió en el año 1970 cuando llega la Unidad Popular al gobierno, donde carabineros e investigaciones deben asumir la tutela de quienes en el periodo anterior realizaban las protestas e incentivaban las movilizaciones sociales, alterando el orden público.

El orden público es totalmente esencial en nuestro día a día. Es el ideal en todo sistema de gobierno y sociedad que se respete, convivir en paz y armonía con las leyes que dictan las comunidades. Muy a pesar de este ideal, los grupos más jóvenes y anarquistas existentes en nuestra idiosincrasia lo aplican bajo su ideal político, así como comunidades de reivindicación mapuche y otros movimientos que accionan, llevando a extremos que no son válidas en el concepto jurídico, ni mucho menos en el político como lo distinguimos en la constituyente donde no existió capacidad de grupos progresistas de generar un sistema jurídico y legal coherente que respalde este tipo de movilizaciones.

Tampoco olvidar la criminalidad, que escapa a cualquier discurso político o ideal reivindicatorio, pues solo obedece al interés delictual. Esta sin más debe ser aplacada bajo las normas del orden público, con la fuerza permitida por las leyes y representada por las instituciones de orden.

Es por el bien de una sana convivencia y orden cívico, que el conflicto entre la autoridad y las fuerzas del orden público es tan aflictivo, porque ante los disturbios o crímenes debe existir un órgano a la altura para frenarlo. Aquí una de las partes o las dos partes deben entender que no se puede redundar en esta historia, en el que ambos deben validarse y entender que todos somos parte del Estado. Quienes ahora están en gobierno y que fueron oposición, deben hacer el esfuerzo por dar credibilidad a las instituciones desprestigiadas. Y estas fuerzas de orden deben crear medidas para no abusar de las personas y mantener a raya la corrupción que las entorpece. Todas estas dificultades deben ser superadas para mantener la estabilidad política e institucional y un estado de derecho que se está viendo sobrepasado y deslegitimado.

Pingüino Multimedia entrega este espacio a su público para la expresión personal de opiniones y comentarios, apelando al respeto entre los usuarios y desligándose por completo del contenido de los comentarios emitidos.

Comentarios


Publicidad