Decía un viejo profesor de la Escuela de Derecho que las normas sirven para una sola cosa, “para respetarlas”; y las distintas normas que regulan el comportamiento de las personas obedecen al sentir, a las necesidades, a un contexto y a la realidad de una comunidad en un lugar y tiempo determinados.
Así las cosas, llama la atención que todos aquellos elegidos por la comunidad no solo para el establecimiento de normas, los parlamentarios en su calidad de legisladores, sino que los representantes de los partidos políticos, los representantes de un Gobierno que cada día pierde más apoyo a su gestión y otros personeros políticos, se arroguen el sentir general de la gente con palabras como “lo que quiere la gran mayoría del pueblo chileno”, lo que es mentira, son tantos los que invocan distintas cosas y totalmente divergentes a nombre de “lo que quiere la gran mayoría del pueblo chileno”, que solo cabe como conclusión que eso no es cierto, que cada uno le imputa al pueblo lo que él mismo quiere lograr, sea que corresponda o no al sentir del electorado que lo mandató en su representación.
Señores políticos, les recuerdo que “lo que quiere la gran mayoría del pueblo chileno” ya está dicho, porque el pueblo chileno lo dijo en el plebiscito de salida por la aprobación o rechazo del mamarracho constitucional que se propuso; y lo que esa gran mayoría dijo a sabiendas de lo que eso significaba, fue que rechazaba el mamarracho propuesto y consecuencialmente porque así está y estaba entonces establecido, que siga en vigencia la actual Constitución Política de la República, no olviden que quien habló en esa ocasión fue más del 62% del pueblo. No olviden tampoco las autoridades de gobierno y los señores parlamentarios que no son ustedes los que mandan, les recuerdo también que son mandados por el electorado, para realizar la voluntad de ese electorado, no la propia de cada uno, por ello es que se llaman mandatarios y no mandantes, de modo que habiéndose producido el rechazo al texto propuesto, como bien y claramente lo señala el artículo 142 de la Carta Fundamental, lo que corresponde no es que continúen buscando consensos para llegar a formar una nueva convención constitucional, lo que corresponde es mantener en vigencia el texto actualmente en vigencia, que por lo demás es un texto que funciona, que sirve a los fines del país.
Cabe señalar que ese artículo 142 fue establecido como norma, para una sola cosa, para ser respetado; y quienes lo establecieron son los mismos que ahora lo quieren irrespetar, pasando por encima de la voluntad del electorado, olvidando que la soberanía reside en la nación y se ejerce por el pueblo, entre otras cosas, a través del plebiscito, así lo dispone también otra norma que al igual que el artículo 142 antes referido, también como norma sirve para una sola cosa, para que se le respete, cual es el artículo 5º de la Constitución Política de la República.
Así las cosas, lo que corresponde, en la especie, es que no se le siga faltando el respeto al titular de la soberanía, que ya se pronunció de manera mayoritaria en el plebiscito, no solo por rechazar un texto que no servía para nada, sino que ese rechazo conllevaba desde un principio el mantener la vigencia de la actual Carta Fundamental.
Consecuente con lo expuesto, córtenla de tantas reuniones para buscar acuerdos para crear una nueva convención, porque nadie les ha dado facultades para eso, pregúntenles a sus bases qué es lo que quieren, a nadie le interesa seguir gastando dinero que puede ser usado en beneficio de la gente, en mantener convencionales y asesores, en circunstancias que se puede mejorar la educación, se pueden construir hospitales, se puede trabajar de verdad por las necesidades de la gente.
Se viene un año 2023 que va a ser extremadamente duro económicamente, los recursos escasos se deben ocupar directamente en beneficio de la gente, en solucionar sus necesidades concretas, no en crear más convenciones para hacer una nueva Constitución, se deben implementar más camas en los centros asistenciales, mejorar los equipos médicos, contar con un mayor número de especialistas, construir más viviendas para dar solución habitacional a tantos compatriotas que lo necesitan, mejorar la infraestructura escolar, mejorar la locomoción colectiva y tantas otras necesidades concretas, en vez de seguir manteniendo a nuevos convencionales y sus asesores.
En definitiva, como las normas solo sirven para respetarlas, se deben respetar los artículos 5º y 142 de la Constitución Política de la República y se debe respetar lo único que consta que dijo la gran mayoría de los chilenos.