Queda menos de un mes, para la ejecución de la consulta popular sobre un nuevo plebiscito constitucional, donde manifestaremos nuestra opinión cívica, para elegir nuestros destinos, sea este a favor, o en contra del proyecto constitucional.

Desde hace cuatro largos años, desde ocurrida la situación que llevo a abrir la puerta constitucional, esta ha dejado una larga estela de incertidumbre y sensación de un viaje a la deriva. Si la política nace para estar al servicio de las personas, es que la actual situación, no ayuda en nada al desarrollo de las familias magallánicas, en donde estas esperan pacientemente, para tener una mejor situación, sensación que es agotadora y desesperanzadora.

Para quienes abrazamos las ideas de un Estado pequeño, es muy relevante el uso eficiente de los recursos, en donde también, es relevante mencionar que el Estado debe siempre existir, para responder en las funciones críticas, únicas e insustituibles para las cuales esta mandatado, de forma de dar el escenario necesario para desarrollar el proyecto de vida de cada persona, de forma segura, protegida de amenazas, y conforme al Estado de Derecho.

El nuevo proyecto constitucional, menciona temas que han sido recurrentemente mencionados por la ciudadanía, esa ciudadanía de trabajo y esfuerzo, en donde podemos encontrar, el reemplazo del concepto el Estado Subsidiario, por uno que promueve el desarrollo progresivo de los derechos sociales para hacer efectivos el derecho al trabajo, agua, medio ambiente libre de contaminación, libertad de expresión, culto, entre otros. Asimismo, promueve la descentralización del país. Establece como principio, que funciones públicas se radiquen a nivel local. Otorga autonomía a los gobiernos regionales y comunales en sus materias. Establece compensaciones económicas territoriales para un desarrollo equitativo y ejecución local de presupuestos. Estipula la creación, de una Agencia Nacional Contra la Corrupción, para que condenados por penas aflictivas no puedan ejercer cargos públicos nunca más. Se reduce el número de diputados, se penalizan las inasistencias al Congreso y se crea una Oficina Parlamentaria de Finanzas públicas e Impacto regulatorio. 

Se estipula elegir menos diputados por distrito, promoviendo pactos y acuerdos lejos de los extremos políticos de turno. Se garantiza una serie de avances para las mujeres, tales como acceso igualitario a la participación política, prohibición de la discriminación salarial por motivos de género, garantía de sala cuna universal y promoción de la corresponsabilidad familiar. A lo anterior se suma, que cada persona tendrá propiedad sobre sus ahorros previsionales y podrá elegir libremente la institución, estatal o privada, que los administre e invierta. Sus fondos no podrán ser expropiados, y serán heredables. 

Se crean la necesaria “Defensoría de las Víctimas”, para prestarles apoyo jurídico, psicológico y social, y una Fiscalía Supraterritorial para perseguir el crimen organizado a nivel nacional e internacional. También se crea una Policía Fronteriza y obliga a controlar la inmigración ilegal. Incluso el texto, excluye de la vida pública a organizaciones, autoridades y personas que inciten o utilicen la violencia, de forma que la Paz, este presente en el ADN de nuestro país, la Paz que queremos recuperar y que debe estar descrita en su Constitución Política de la República, que tanto queremos tener en Democracia.