Amistad y valores. Estas son las palabras con las que definen los niños los Centros Vacacionales Solidarios (Cevas) de este año 2018. El 2 de Enero comenzaron, concentrando a 113 niños y 70 monitores en las parroquias de Don Bosco, Río Seco, Barranco Amarillo, Dios Padres y Cristo Redentor.

Muchos jóvenes que asistieron en algún momento a estos centro vacacionales cuando eran más chicos, quisieron ser monitores, gracias a los valores que se enseñan y a las amistades que prevalecen a través del tiempo.

Tal es el caso de Julyssa Cid, quien fue niña Cevas hace más de dos años, y ahora es monitora del Cevas Don Bosco. “Un día llegué y me dijeron que podía ser monitora y ni siquiera lo pensé porque cuando era pequeña la pasaba súper bien. Mis monitores de aquella época eran muy bacanes y la pasaba excelente con los niños de mi edad. Me encanta ser monitora, sobre todo porque me tocaron los niños de 5 y 6 años, ellos son lo más alegres y verlos felices es algo muy lindo”, señaló.

Por otro lado se encuentra Daniela García, quien es coordinadora del  Cristo Redentor. Ella, junto a otros compañeros, son los encargados de alegrarle las tardes a más de 24 niños. “Aquí lo más importante es que los niños tengan una tarde entretenida y disfruten de jugar a la pelota e ir al parque. Para el último día, que es el 12 de enero, tenemos una actividad final con todas las capillas allí los niños pueden ir a la actividades con un disfraz libre y disfrutar con otros compañeros” explicó Daniela.

Nicolás Barría es un niño de 8 años, él es parte de los Cevas desde hace cuatro años, para Nicolás una de las mejores cosas es los buenos amigos que ha hecho desde entonces además explica que, “lo mejor de estar aquí es el compañerismo y el trabajo en equipo que hacemos, venir aquí es súper divertido yo prefiero estar aquí y no quedarme aburrido en casa. De grande quiero ser monitor para enseñarles a los niños todo lo que he aprendido, este centro me gusta porque aquí a parte de jugar también venimos a estudiar”.