A más de un mes del accidente que le provocó la pérdida de la visión de su ojo derecho, una mujer de 46 años se encuentra a la espera de la parte judicial que deberá enfrentar la familia del menor que ocasionó el accidente en Argentina.
Orietta Velásquez Soto, el domingo 19 de octubre de este año se encontraba disfrutando junto a su familia, cuando alrededor de las 14 horas, en el predio del autódromo José Muñiz, en Río Gallegos, se alistaba para subirse a su auto y retornar hasta Punta Arenas. En ese momento, Orietta descendió del móvil para ir en busca de dos personas, sin imaginarse que sería atropellada por una cuatrimoto que era conducida por un niño de ocho años que paseaba por el sector. Según testigos, la mujer fue duramente golpeada, impactando contra el suelo.
En conversación con Diario El Pingüino, Orietta Velásquez señaló que se mantiene con fracturas maxilares, “además todo el tratamiento me lo tienen que realizar con una prótesis en mi ojo, ya que definitivamente perdí la visión”.
Respecto al accidente, dijo que “aquí existe una falta de responsabilidad de los padres que dejan que un niño maneje un vehículo y sobretodo en un evento donde concurre mucha gente”.
Agregó que ahora debe continuar con su tratamiento: “Espero recuperarme de la fractura en el pómulo, además estoy a la espera de la prótesis de mi ojo, donde ya fui operada por segunda vez. Posteriormente vendrá la parte sicológica. En el ámbito laboral me encuentro con licencia médica”.
Según lo señalado por la afectada, “mañana (hoy) mis hijos viajan a Argentina para ver cómo va la parte legal, ya que tenemos un abogado y veremos qué pasa, ya que todos los gastos médicos han corrido por mi cuenta”.
En esa ocasión, tras el accidente se informó que el menor de ocho años fue trasladado en compañía de sus padres hasta las dependencias policiales, siendo notificado de lo ocurrido. Tras fijar domicilio, quedó liberado a la espera de las acciones judiciales que realizará la familia de la mujer afectada.
Tras el accidente, la mujer debió realizar una verdadera travesía desde Río Gallegos a Punta Arenas, luego que no había disponibilidad de ambulancias para su traslado, por lo que en un vehículo particular llegaron la noche del 20 de octubre, quedando internada en el Hospital Clínico de Magallanes, donde fue intervenida quirúrgicamente. Tras el alta, permanece a la espera de una prótesis para su ojo derecho.