Alta expectación mediática, ha causado el lanzamiento de “La caja vacía”, segunda novela del destacado escritor oriundo de la ciudad de Puerto Montt, Alberto Aguilar, quien estará presentando, durante la jornada de hoy, el aludido material narrativo, a partir de las 19.00 hrs., en las instalaciones del Salón Antártico de la Universidad de Magallanes (UMAG).
Es así, como la obra del creador, quien realizó sus estudios básicos en el tradicional Liceo San José de la ciudad de Punta Arenas, le valió obtener la beca de Creación Literaria del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura, instancia correspondiente al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), quienes habitualmente establecen este tipo de aporte, a los realizadores emergentes, destacando entre otros, el poeta regional y amigo de Aguilar, Christina Formoso por su obra “Bellezamericana”.
Cabe señalar, que “La caja vacía”, es considerada por el autor, como una novela de carácter cooperativa, en tanto, ésta contó con la escritura de la contraportada, a cargo de Formoso, las  fotografías de Felipe Vásquez, e inclusive, la misma editorial capitalina independiente “Contragolpe Ediciones”, llevó a cabo un significativo trabajo de apoyo conjunto, otorgándole un sabor especial a la obra. “Las editoriales grandes no siempre tienen una mirada literaria sobre nuestro trabajo, ya que por lo general dependen de la cantidad de ventas. Pese a ello, hay muchas editoriales, quizás más pequeñas, que nacen al alero de gente muy interesada en la literatura, ya sea porque están estudiando o simplemente porque están vinculados al área”, explicó Aguilar en torno a la productora literaria que actualmente se está conformando en la ciudad de Santiago.
Bajo este contexto, la singular obra del Licenciado en Arte con mención en Teoría e Historia del Arte en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, da cuenta de la particular influencia de escuelas como el existencialismo y la literatura post moderna,  estilos recurrentes en las publicaciones de Aguilar. “Es un género que a la gente le gusta mucho, porque por lo general, no tienen tanto tiempo de leer una libro de 500 o 600 páginas, mientras que el cuento es demasiado corto. La novela tiene esa característica, no es ni el uno ni el otro”, indicó el autor, quien por medio de la breve novela, narra la historia de un escritor que no puede escribir, por lo que decide conocer la casa de Carlos Ojeda, un realizador muerto que habló muy bien de su primera obra, hace más de 10 años, titulada “Memorias de un niño envejecido”.
“Después de una sequía literaria bastante fuerte que tuve, no que haya dejado de escribir, sino que lo que escribía para mí no era algo satisfactorio, pasaron bastantes años en los que eliminé varias escenas y capítulos. Esa imposibilidad, la ingresé dentro del libro, como un personaje que lo que no puede hacer, es escribir. Además, en el texto aparecen personajes muy extraños. Pese a que es un libro de ficción, por ahí colocó algunas figuras de nombres conocidos acá en Punta Arenas, básicamente,  porque la novela es muy literaria, por ende, están incorporados algunos escritores. Sus apariciones son fugaces, ya que es el protagonista el que está siempre marcando la pauta”, comentó  Aguilar en alusión al contexto personal bajo el cual se gesta el inédito material.
Finalmente, tras ser consultado por su interés en torno a la expresión literaria, específicamente, dada la repercusión positiva de su material previo ,publicado el año 2001 denominado “Diario de un descenso”, instancia que de cierta manera, reconoció el talento del joven escritor, Aguilar expresó: “Es más bien tardío. Yo no soy el tipo de escritor que desde pequeño siente algún tipo de fanatismo por la lectura. Debo reconocer, que fue posterior al colegio. Creo que la lectura, en cierto aspecto, tiene que ver con el desarrollo de la personalidad. A veces cuando uno es muy chico y le hacen leer libros, por ejemplo de Kafka, uno no los entiende. Un libro es más ad hoc, en un momento que otro”, puntualizó el artificie de simbólicos seminarios de estética y teoría del arte en la capital regional, entre los que resaltan, “Los Principios del arte”, “Dadá, historia de una subversión” y “Lecciones sobre la belleza”, al referirse al cierto déficit presente en el actual sistema educacional, en relación al adecuado desarrollo del fomento lector en los establecimientos educativos del país.