El buque más grande y complejo que se haya construido en la historia de Colombia, es el ARC “20 de Julio”, el cual se incorporó a la Armada Nacional como un ejemplo del desarrollo tecnológico y de la industria naval del país.
Esta nave ahora se convirtió en el escenario principal de la primera expedición científica colombiana que llegará hasta la Antártica, con el apoyo logístico, operativo y científico de la Armada de ese país.
Con 102 personas a bordo, el buque zarpó desde  Cartagena de Indias el 16 de diciembre, en el marco del Programa Antártico Colombiano, que llega para materializar la agenda científica de ese país en torno al continente blanco.
“La expedición científica está compuesta por 10 proyectos de investigación, donde 16 instituciones colombianas están participando. Entre ellas  universidades privadas, públicas, centros de investigación públicos, ONG y fundaciones relacionadas con proyectos de investigación”, comentó el capitán de Navío Ricardo Molares, jefe científico de la expedición.
Entre las principales preocupaciones de este país, se encuentran el cambio climático y las implicancias en el impacto de su biodiversidad, que constituye el 10% de la diversidad biológica del planeta. 
Sin embargo, entre los desafíos también se encuentran “el seguimiento de ballenas,  proyectos de seguridad marítima, de cambio climático y  conocer cómo funciona la conexión entre la Antártica y el Caribe colombiano, y el Pacífico colombiano, en términos del estudio regional del fenómeno del niño”, explicó Molares.
Esta expedición constituye el primer paso del Programa Antártico Colombiano, por lo que los conocimientos entregados por el Instituto Antártico Chileno para el equipamiento del buque y el comienzo de las investigaciones fue fundamental.
“El aporte chileno estuvo relacionado con abrirnos los ojos y decirnos cómo debemos enfrentar técnicamente este reto que Colombia se ha puesto. De tal manera que oficiales de la Armada colombiana hicieron cursos de operación antártica, estuvimos también en los simuladores de la Armada y también en el Servicio Meteorológico enterándonos de cómo es la situación y esta ventana meteorológica para poder atravesar el Drake”, afirmó Molares.
Desde el Inach, comentan que esta ayuda entregada, en este caso a Colombia, se realiza con países de todo el mundo. “Chile y particularmente esta región es la más cercana a la Antártica y eso nos posiciona y obliga a tener una respuesta no solamente hacia Chile y los países hermanos de América Latina, sino que hacia el mundo, para colaborar en la generación de conocimiento científico que permita a la ciudadanía del mundo conocer la Antártica y sus procesos y aprovechar esta información”, manifestó el subdirector del instituto, Edgardo Vega.