Un buen asado de cordero magallánico, una tarde de truco con los amigos, el frío y las pocas ganas de salir a hacer ejercicio, son parte de la rutina de muchos de los oriundos de la zona más austral del país.
Se habla en el área de salud de que existe mucho sedentarismo y mala alimentación entre los hábitos locales, lo que se traduce en que los niveles de obesidad sean cada vez más preocupantes para las autoridades. Tanto así que la región tiene el segundo índice más alto de obesidad infantil a nivel nacional.
Incluso la tasa de obesidad en la población de 15 a 64 años es de 34.1%, 3.6 puntos porcentuales por sobre el promedio nacional (30.5%), de acuerdo a cifras entregadas por el Servicio de Salud Magallanes.
Estas cifras preocupantes también tienen su reflejo en las listas de espera del Hospital Clínico de Magallanes. El cirujano gástrico del recinto, Alejandro Altamirano, afirmó que actualmente existe una lista de espera de 22 pacientes de los últimos tres años que están dentro del programa para evaluar la posibilidad de realizar una cirugía bariátrica para combatir la obesidad. Sin embargo, quienes están detrás de esta lista son una multitud más. “No es nada, porque en realidad la lista de espera de pacientes que son obesos, pero no están en este programa son 300. Están ahí esperando que se abra la puerta para que el programa funcione. El programa recién lleva un año funcionando y recién llegué yo”, comentó.
Altamirano es el único profesional de esta área en el hospital y aún no ha realizado ningún procedimiento de este tipo. Pero se busca comenzar en los próximos meses con los primeros.
“Está la idea de operar porque hay un compromiso del Ministerio para
operar a los bariátricos que estaban en espera. Pero una cirugía bariátrica es
compleja y requiere de muchos insumos, es súper cara, y requiere seguimiento
con nutriólogo, nutricionista, sicólogo y mucha gente, por lo tanto no es fácil
de montar”, enfatizó Altamirano.
Yael Mandler/Fotografía Hugo Orellana