En el auditorio Ernesto Livacic de la Universidad de Magallanes (UMAG), se realizó ayer la Ceremonia de Reconocimientos Institucionales y posteriormente, el acto en el que se descubrió la placa recordatoria que dio el nombre de “Roberto Bravo Navarro” al edificio de Rectoría, en memoria de quien fuera el primer rector.
La ocasión comenzó con palabras del actual rector, Juan Oyarzo, quien dio inicio a la semana del aniversario número 55 de la casa de estudios. “Este acto lo hicimos en homenaje a las personas que aportaron en el inicio de la creación de los cursos universitarios y posteriormente crear la sede de la técnica del Estado. En esa labor nosotros teníamos una deuda, porque es mejor hacer un reconocimiento, porque uno no puede desconocer la historia. Por lo tanto, esta mañana es una mañana de emoción para mí porque fui parte de esa historia y alumno de los profesores que hoy (ayer) estamos homenajeando”.
Con respecto del nombramiento del edificio de Rectoría dijo que “el fue el primer rector, por lo tanto se lo merece y ese es el reconocimiento que vamos hacer hoy día”.
El acto que comenzó cerca de las 11 horas y luego de las palabras del rector se presentó un grupo del Conservatorio de la  UMAG, compuesto por alumnos y docentes. Al término, se reconoció con la “Medalla de Rectoría 2016” a algunos académicos que fueron parte de la universidad dejando un legado o que aún están entregando su vida para enseñarle al estudiantado, entre los que destacan Víctor Pinto, primer profesor de la UMAG, Lidia Vidal y Silvia Muñoz, fundadoras de la carrera de Enfermería y  Óscar Barrientos, novelista, poeta y profesor que ganó el premio Iberoamericano de Cuentos Julio Cortázar en La Habana. 
La segunda parte del acto, se realizó en el edificio de Rectoría, donde se llevó a cabo la ceremonia para destapar la placa que tiene el nombre de Roberto Bravo Navarro. “Es emocionante todo lo que ha pasado, es realmente revivir y recordar tantas cosas de esa época. Hoy día ha sido un reconocimiento enorme a él que era un visionario y que él quería siempre para su juventud de Magallanes, pese a no ser magallánico, pero el quería que la juventud tenga una enseñanza superior” manifestó la esposa del homenajeado, Lidia Vidal Álvarez.
Por último, la Gran Logia de Chile le entregó un reconocimiento, a manos del Gran Maestro Luis Riveros, a la Universidad de Magallanes (UMAG), ya que Bravo como muchos conocen fue masón. “Don Roberto Bravo fue uno de los profesores que luchó por tener acá una sede universitaria, no olvidemos que no fue fácil. Estaba Punta Arenas en esos tiempos muy lejos de los intereses de Santiago que siempre concentra todo pero el fue muy tenaz y muy persistente junto a Víctor Pinto que se unió a esta tarea”. Además añadió que “el hecho que perteneciera a la masonería refleja un poco lo que nosotros buscamos, donde los masones deben contribuir al país, deben contribuir a su región” sentenció