Para Cristián del Campo, provincial de la Congregación Jesuita en Chile, lo ocurrido en Punta Arenas, durante la realización del Vía Crucis, es un signo positivo que habla muy bien de la comunidad local.
El sacerdote participó ayer en un retiro espiritual, junto a numerosos fieles en la sede del Hogar Miraflores, ocasión en la cual repasó algunos de los aspectos más importantes de las Sagradas Escrituras.
“Me llamó la atención, hubo una muy buena concurrencia y participación y es bueno ver gente de todas las edades participando. Creo que hay pocas actividades que congreguen a tanta gente y ver a una comunidad creyente que participa unida, independiente de las diferencias de edad y condición social, es un signo muy lindo para la ciudad”, indicó.
Y es que para este sacerdote jesuita, el fervor religioso sigue presente en el espíritu de la comunidad nacional. “Para nosotros los católicos, creer en Jesús y su Evangelio sigue siendo una fuente de mucha esperanza, sobre todo para las situaciones difíciles que se atraviesan a nivel nacional, regional y personal, incluso más allá de las fronteras, como lo atestiguó esta colecta por Siria que impulsó la Iglesia Católica”.
El provincial de la Congregación Jesuita, Cristián del Campo, afirmó que, más allá del hecho puntual de la ayuda entregada a la población infantil de un país musulmán arrasado por la guerra, lo relevante es que el interés y la preocupación de los católicos por lo que ocurre más allá de su entorno está hoy más vigente que nunca. “Hay ciertos temas ante los cuales tenemos que reaccionar de alguna manera. Hoy día, con los avances informáticos que se han producido, ya no hay excusa para hacerse el tonto, incluso ante el dolor de una comunidad que sufre a tantos kilómetros de nuestro entorno y ante lo cual todos podemos aportar”, expresó.
Elecciones
En referencia a las próximas elecciones, afirmó que el católico ya no puede quedarse cómodamente encerrado en su casa, ante los cambios que se están produciendo, especialmente cuando se inicia un año de elecciones. “Para un creyente, esto es un deber que no podemos pasar por arriba; el participar, dar nuestro voto. No me parece que un cristiano se quede sentado en su casa el día de las elecciones”, expresó. De hecho, durante su intervención en el retiro expresó que “es preferible una iglesia magullada por su contacto con la realidad que una enferma por su aislamiento y obsesión por los procedimientos y las formas”.
Al consultarle por el espíritu que ha rodeado el actual clima político, del Campo sostuvo que “creo que hay pocas ideas, quizá porque en estos períodos que podrían darse para el debate, nos hemos centrado más en quién es el candidato y quién no lo es, pero de debatir los temas centrales ha habido poco”, expresó.