Hace algunos meses, Estefanía Vera, su esposo y sus hijos de seis y tres años llegaron a Punta Arenas en busca de una mejor calidad de vida, provenientes de Puerto Montt, de donde son todos, vendiendo sus cosas y tomando la determinación de trasladarse hasta la capital de la Región de Magallanes.
Pero las cosas no resultaron como lo esperaban. La cesantía llevó a que su esposo pasara varios meses sin trabajo, pese a dejar los pies en calle buscando, sumado a que ella tomó la determinación de comenzar a estudiar para terminar su enseñanza media, que mantenía inconclusa.
Lo que más los complicó fue la búsqueda de un hogar para vivir, debido a que no encontraron nada de acuerdo a su situación. En la actualidad cancelan 180 mil pesos por el arriendo de un bus, habilitado como vivienda, el cual se encuentra estacionado en una parcela de la prolongación Condell, en el sector de Aves Australes.
“Yo estoy en la nocturna, en el CEIA, haciendo 7mo y 8vo. Mi marido está trabajando, estuvo harto tiempo cesante y ahora entró a trabajar desde hace dos semanas más o menos. Él ahora está trabajando en el área mantención y tiene su licencia al día para operador de maquinaria pesada, pero acá no ha encontrado trabajo. Llevamos siete años juntos, somos de Puerto Montt y llegamos a Punta Arenas en noviembre del año pasado. Vinimos en busca de cambiar el estilo de vida, pero no nos ha ido bien, se nos ha hecho difícil. Nosotros allá vendimos todo, arrendábamos allá, pero nos venimos para acá y dejamos todo vendido, nos arriesgamos pero nos encontramos con la sorpresa de que los arriendos son muy caros. Pagamos por la micro 180 mil pesos y por el mismo dinero en Puerto Montt arriendas una casa amoblada. Llevamos seis meses en el bus”, señaló la mujer.
Agregó que “cuando llegamos a Punta Arenas tomamos alojamiento con otras personas que conocíamos, pero nos tuvimos que ir por problemas, malos entendidos y nos vinimos para acá. Para ir a dejar a mi hija a la Escuela España tengo que tomar dos locomociones, o de repente me voy caminando de independencia a la Escuela España”.
Desesperados
Es tanta la desesperación de estar viviendo así, que un día se despertó y pensó en pedir ayuda, por lo que se creó una cuenta en Twitter donde comenzó a escribirle al filántropo Leonardo Farkas para que pueda ayudarles, principalmente porque con tres millones de pesos el Serviu podría otorgarles un departamento, lo que mejoraría sustentablemente su calidad de vida.
“A mí no se me había ocurrido pedir ayuda, pero en el sentido de desesperación que me dio. Estaba para el tres y cuatro, se me había hecho normal vivir acá, realmente es miserable vivir acá. Mi marido dejó puesta una trampa para ratones y cayó, realmente me da asco. Yo le dije a mi marido que me iba a hacer un twitter y le voy a pedir a Farkas que me ayude, él me decía que no pasaría nada, que sólo lo hace para la gente de la tele. Y no ha pasado nada”, señaló.
Con respecto a la ayuda de la comunidad, dijo que “sí ha venido gente y estamos muy agradecidos, nos han traído ropita para los niños y también comida. Nosotros fuimos por ayuda a la Municipalidad y nos dieron una canasta familiar, pero lo que me urge es tener una casa. Ojala Farkas nos pudiera ayudar, con tres millones de pesos el Serviu nos da una casa, un departamento, y ya ahí quedamos bien. Acá el baño está afuera, imagínate que la alcantarilla está rota, es súper insalubre. Por último si alguien tiene una casita en arriendo, en 180 mil pesos nos podemos cambiar para poder vivir mejor”.
Pingüino Multimedia constató en terreno que las condiciones en las que viven son precarias, principalmente para los niños, un pequeño de tres años y una niña de seis, quienes además están expuestos a monóxido de carbono, debido a que cuentan con sólo una estufa a platos, la cual no tiene los ductos de evacuación necesario, lo que además pone en riesgo sus vidas.
Pese a ello, no pueden apagar la cocina, ya que las bajas temperaturas terminarían por pasarles la cuenta.
Las personas que deseen contactarlos y entregarles ayuda se deben dirigir hasta la prolongación Condell, en la Población Aves Australes de Punta Arenas, en una parcela que tiene el nombre de “señora Luz”, o contactarse con Estefanía al celular 952216587.