Después de un período de calma, las amenazas contra las minorías parece que nuevamente retornaron a algunas de las principales ciudades del país, incluida Punta Arenas.
Así por lo menos se desprende de la denuncia que realizó ayer el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) en contra del grupo neonazi Movimiento Social Patriota, que según dicen tendría presencia en 17 comunas de nueve regiones.
El Movilh entregó los antecedentes a la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) de una nueva campaña de grupos neonazis contra los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales y contra el vocero y encargado del Departamento de Derechos Humanos del organismo no gubernamental, Rolando Jiménez.
Casi todo Chile
El Movilh precisó que el autodenominado Movimiento Social Patriota pegó carteles con discursos de odio en calles céntricas de las regiones de Tarapacá (Iquique), Atacama (Copiapó), Antofagasta (Calama), Valparaíso (Valparaíso y Viña del Mar), Biobío (Concepción), Araucanía (Temuco), Los Lagos (Osorno), Magallanes (Punta Arenas) y Metropolitana (Providencia, Ñuñoa, Macul, San Miguel, San Joaquín, Santiago, San Bernardo y Recoleta).
Promueven el odio
Consultado por Diario El Pingüino, Jiménez explicó que “nosotros entendemos que quienes están detrás de este tipo de campañas provienen de sectores neonazis, que se cuelgan del discurso de algunos grupos evangélicos y católicos más radicales, en contra de nuestros derechos, para promover el odio”. Y añadió que “tengo la certeza de que son unos cobardes, que no van a accionar directamente contra mí, por ejemplo, pero sí son el caldo de cultivo para que cualquier descerebrado violento agreda a las personas de la diversidad sexual”.
“Llorando Jiménez”
En tanto, la también vocera del Movilh, Daniela Andrade, detalló que “en los carteles se asocia a la diversidad sexual y de género con los abusos de niños, se califica de dictatorial la lucha por la igualdad de derechos, se oponen a nuestras campañas para el izamiento de banderas de la diversidad y por los derechos de personas trans y se lanzan contra nuestro dirigente histórico, Rolando Jiménez”.
Entre otras frases, en los papelógrafos se lee: “Con mis hijos no te metas, no a la dictadura gay”, “Quien no lucha contra el mal, ordena que se haga”, “Intimidad para nuestros niños, no a los baños mixtos”, “La única bandera que se iza es la de la Patria” y “A mis hijos los crío yo, no Llorando Jiménez”, en clara alusión al líder del Movilh, quien ha denunciado en reiteradas ocasiones el accionar neonazi en Chile.
Con otro nombre
Al respecto, Jiménez narró que “me están señalando como blanco de esa violencia, por lo tanto, es peligroso y estamos en permanente contacto con la gente de la ANI y espero que se tomen las medidas pertinentes para investigar y desarticular ese grupo, porque efectivamente son neonazis, que cuando les cae encima la vigilancia de los aparatos policiales o de inteligencia, se disuelven y vuelven a reaparecer con otro nombre”.
Es necesario recordar que hace algún tiempo aparecieron en algunos paraderos y murallas de la capital regional carteles de un grupo neonazi que se identificaba como Acción Identitaria, que reivindicaba los derechos que tendrían los magallánicos sobre los inmigrantes.
“Son los mismos grupos de siempre, que operan en dos niveles; uno, el nivel público, político, comunicacional, como esta campaña, y otro, son los que hacen las barridas en contra de los inmigrantes, los homosexuales, la población trans, cada cierto tiempo en las ciudades, particularmente en las regiones de Valparaíso y Metropolitana. Estos tipos han asesinado personas y no es inocua esta incitación al odio, por lo tanto, los hacemos responsables de cualquier agresión que sufran las minorías y particularmente en contra mía, que he sido señalado como un blanco predilecto”, aseveró Jiménez.
Se buscan
La cara visible del Movilh subrayó la necesidad de desarmar estos grupos que promueven el odio contra las minorías. “Hemos hecho un llamado, a través de las redes sociales, para que cualquiera que tenga información relevante respecto de dónde funcionan, de los nombres de sus líderes, nos la hagan llegar. Nos comprometemos a guardar la confidencialidad y con esos datos acudiremos a las policías y al Ministerio del Interior. Esto demuestra, una vez más, la necesidad de que Chile cuente con una ley contra la incitación al odio. Es peligrosa la espiral de violencia que se puede generar a partir de estos discursos de odio”, concluyó.