La primavera de este año tendrá un sabor y un color diferente para Yerty Pérez Figueroa, una joven magallánica de 21 años, que es técnica en educación parvularia y que desea, fervientemente, llegar a la universidad y acceder a ser profesional en esa hermosa profesión.

La razón de esta positiva noticia es que la Tercera Sala de la Corte Suprema hizo justicia, a contrario de algunas decisiones que han sido cuestionadas en otras oportunidades.

Los ministros Sergio Muñoz, Carlos Aránguiz y Arturo José Prado, más los abogados integrantes José Gómez Balmaceda y Jorge Lagos, desecharon los alegatos de las partes y refrendaron lo obrado por la Corte de Apelaciones de Punta Arenas que ya había favorecido a la joven  el 26 de agosto pasado.

¿Y qué determinó esa resolución del Tribunal de segunda instancia de Magallanes?

La Corte de Apelaciones acogió un recurso de protección presentado por Yerty Pérez Figueroa, con el patrocinio del abogado Jorge Plaza Oviedo, y ordenó al Ministerio de Salud que debía entregar, en forma gratuita a la recurrente, el medicamento llamado ”Eculizumab”, fundamental en el tratamiento de la enfermedad que, como amenaza mortal, pendía sobre la salud de la joven.

¿Cuál es esa enfermedad?

Es una enfermedad calificada como “rara” porque en Chile, este país con poco más de diecisiete millones de habitantes, sólo la sufren doce personas, y el único remedio que la combate y la controla cuesta cuarenta millones de pesos mensuales y se denomina como Hemoglobinuria Paroxística Nocturna, HPN.

¿Qué daños provoca a la salud de esas personas?

Básicamente, elimina en forma muy veloz los glóbulos rojos de la sangre humana y estos, al descomponerse generan sustancias tóxicas que favorecen la ocurrencia de trombosis, fallas hepáticas y fallas medulares, que se manifiestan en agudos dolores abdominales, cansancio general e, incluso, anemia, acercando al paciente al riesgo vital.

¿Cómo se llegó a la Corte Suprema y a este fallo?

Todo empezó en octubre del año 2016, cuando el doctor Marcelo Navarrete, le informó el diagnóstico a Yerty Pérez Figueroa, quien ya estaba afectada por la enfermedad.

Como pudo, la paciente dejó las atenciones y exámenes que recibía en el Hospital Clínico de Punta Arenas y logró acceder al Hospital Clínico de la Universidad de Chile, donde el diagnóstico fue confirmado.

Y allí empezó un verdadero “vía crucis” para conseguir el medicamento, el único, que permite combatir la enfermedad ya calificada como “rara” y crónica, en este caso.

Hubo peticiones por carta y denegaciones constantes aduciendo la falta de fondos necesarios, según se estableció en el recurso de protección acogido, en el cual se planteó la necesidad de respetar el derecho a la vida de Kerty, entre otras razones, respaldadas por las normas legales vigentes

Allí comenzó el rol del abogado Jorge Plaza Oviedo, quien aconsejó a Yerty hacer uso de la vía judicial para lograr la entrega del medicamento tan necesario, y fue así como a comienzos de agosto, se presentó el recurso de protección que fue acogido por la Corte de Apelaciones de Punta Arenas y que ordenó la entrega gratuita del “Eculizumab” a la joven.

En una actitud que se espera pudiera ser explicado por quienes corresponda, tanto el Ministerio de Salud como el Servicio de Salud Magallanes, la Secretaría Regional de la cartea, el Fonasa y el Hospital Clínico, a través de sus respectivos servicios jurídicos, decidieron apelar, pero la resolución de la Corte Suprema, con el fallo de la Tercera Sala, dejó a firme el fallo de segunda instancia y Yerty Pérez Figueroa dispondrá de tratamiento y el costoso medicamento en forma gratuita.

Un regalo que le trajo la primavera a esta joven magallánica, a su familia, a sus amigos y abre más esperanzas a los pacientes que son víctimas de “enfermedades raras”, cuyo costo no pueden asumir, como es el caso de Yerty que, por su trabajo, que ha conservado gracias a la buena voluntad de su empleador.