Fiordo Baker en la Región de Aysén; y Punta Santa Ana, Canal Beagle y Bahía Carlos III en la Región de Magallanes fueron los lugares elegidos por el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Ideal) para llevar a cabo un ambicioso proyecto. Por un lapso de un año, sondas de anclaje instaladas en las profundidades del mar permitirán saber con exactitud cuáles son los efectos del cambio climático en la Patagonia Chilena, un registro de invaluable valor para poder medir con exactitud los cambios que ocurren en el territorio marítimo.

Con este proyecto el Centro Ideal, de la Universidad Austral de Chile, se posiciona dentro de las instituciones de investigación en Magallanes, consolidando ya dos años en la región realizando diferentes actividades.
“Con esto podemos medir la variabilidad ambiental en Magallanes, o mejor dicho, la Patagonia sur en general. Considerando que la zona es bastante extensa, generalmente se iba a los lugares, se sacaban fotos, algunas muestras y nos devolvíamos, pero con estos anclajes podemos tener un registro 24/7 por todo el año”, explicó el Dr. Humberto González, director del Centro Ideal.

Es por ello que estos cuatro puntos fueron seleccionados, ya que también tienen un mejor acceso para que los investigadores recojan la información que estas sondas de anclaje entreguen, “así podemos visitar esos lugares una vez al mes para hacer un trabajo más largo de estudio del plancton, por ejemplo. En Punta Santa Ana, además de esta sonda, en el sector de Fuerte Bulnes además pusimos una estación meteorológica que nos da un reporte de la dirección del viento, humedad, radiación en la zona. Entonces tendremos lo que pasa en la columna de agua y la situación meteorológica durante el resto del año”, explicó.

Además de información sobre salinidad en el agua, oxígeno, clorofilia y temperatura, las sondas de anclaje permitirán otros estudios. Es por ello que el Centro Ideal invitó al Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) para que tengan información acerca de la Marea Roja y también a la Universidad de Magallanes (UMAG), con la colaboración de Maximiliano Frangópulos, para investigar acerca del plancton tóxico.

“Después de dos años, estas sondas permitirán tener una película más clara de lo que también es la variabilidad estacional y poder comparar un año a otro. De aquí a un par de años esta información será valiosísima”, comentó González.

En abril se instalará la última sonda en la Isla Carlos III, actividad que irá acompañada de una expedición al Mar de Weddell por parte de científicos del Centro Ideal, a fin de conocer los efectos del cambio climático en la plataforma Larsen C.