Estas áreas están llenas de productos marinos, como choritos y los mauchos, y en la mayoría de los casos las personas se ven tentadas a extraer los mariscos cuando la marea baja.
La encargada del Laboratorio de Salud Ambiental de la Seremi de Salud, María Isabel Banciella, explicó que “existe un importante número de estas personas que se acercan al laboratorio de salud pública para que sus productos sean analizados para determinar si tienen toxinas marinas. Esto se valora, porque, independiente de tener certeza si el lugar está abierto o cerrado a la extracción, las personas siempre concurren al laboratorio para analizar sus productos, lo que da cuenta del éxito de la campaña y de la responsabilidad que ya está inserta en los magallánicos”, sostuvo.
Hay que hacer énfasis en que las personas y sus familias no se arriesguen a extraer o consumir mariscos sin previo análisis, ya que históricamente el lado costero sur de la Provincia de Magallanes siempre ha permanecido con niveles cuantificables de Veneno Paralizante de los Mariscos (VPM).