El
Sumo Pontífice recibió ayer al presidente de Bolivia, Evo Morales, en
un encuentro de 36 minutos en el que el papa subrayó el deber de
“trabajar por un mundo de solidaridad y paz” e incluso charlaron sobre
el Mundial de fútbol.
El Vaticano explicó en un breve comunicado que “en las cordiales conversaciones” se pusieron de manifiesto “las positivas relaciones” bilaterales, se abordó la actualización de las mismas, y se dio un intercambio de opiniones sobre “la situación regional” sudamericana.
La sexta reunión entre ambos comenzó cuando el presidente boliviano saludó al pontífice con un “hermano papa”, a lo que este respondió “bienvenido”, y ambos se dieron un abrazo, en la sala del Tronetto del Palacio Apostólico.
Después accedieron a la Biblioteca,
donde tuvo lugar el encuentro privado, y ya sentados el mandatario sacó
el tema del fútbol, un deporte al que ambos son aficionados: “¿Cómo va
el Mundial?”, preguntó, a lo que Francisco señaló “veremos, Argentina”.
Entonces Morales indicó que “de las cinco nacionales sudamericanas, cuatro se han clasificado” para los octavos de final, en referencia a Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay y Perú, ya que esta última ha quedado eliminada.
El
encuentro terminó 36 minutos después y dio paso al tradicional
intercambio de regalos, al que ya asistió la comitiva presidencial.
Francisco y Morales se despidieron con un apretón de manos en la puerta
de la Biblioteca y, acto seguido, el mandatario boliviano se reunió con
el secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard
Gallagher.