El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, fue consultado por los últimos antecedentes que se conocieron del caso Monsalve, tras realizarse un análisis a su teléfono celular. En concreto, el exsubsecretario del Interior buscó servicios de damas de compañía; revisó perfiles de mujeres jóvenes en una plataforma colombiana, entre otras cosas.

En cuanto al contenido de las conversaciones, el secretario de Estado manifestó en diálogo con Radio Duna que “aun cuando puedan formar, entre comillas, parte de los espacios privados de alguien, tienen consecuencias respecto de la función pública que se desempeña”.

“No conozco el detalle más allá de lo que ha aparecido en ese reportaje, pero evidentemente por la función del cargo en ese momento, que hoy día se ejerce en el Ministerio de Seguridad, impone condiciones de riesgo en el desempeño de la función”, recalcó Cordero.

Afirmando que “en consecuencia, no solo son lenguajes impropios o comunicaciones impropias, sino que, además, expone la función pública que se desarrolla en el fondo”.

En esa línea, el ministro de Seguridad Pública señaló que Monsalve estaba obligado “por mandato de la ley, a esencialmente, ordenar el sistema de seguridad para perseguir ese tipo de organizaciones” de prostitución.

“A mí no me corresponde calificarlo, pero desde el punto de vista de deberes funcionarios, yo creo que uno debe tener cierto resguardo en el desempeño. Esto por qué importa, por una razón muy simple, esto es un juicio más bien general, cuando usted ejerce función pública, hay una vieja norma del estatuto administrativo que se aplica hasta hoy, que dice algo así como, usted tiene que tener una vida social acorde con la dignidad del cargo”, puntualizó Cordero.

En relación a la declaración de Monsalve ante la fiscalía, donde comentaba que podía mantenerse alejado de sus escoltas, Cordero indicó que “como subsecretario del Interior tenía la obligación de reportar a los escoltas dónde estaba (…). Cuando salía a correr, mis escoltas me acompañaban en bicicleta, nunca estaba solo. Uno tiene cierto margen, pero la disponibilidad de los escoltas es permanente“.