Hace 15 años que Sandra Barahona Valdez es artista textil, y con el objetivo de difundir sus conocimientos y la técnica del fieltro. Esto fue posible gracias a Indap en la última Expo Invierno, que ha brindado apoyo a las mujeres que son de campo, entonces, ocupando el vacío de inactividad en invierno abrió la posibilidad de realizar capacitaciones.
Ella explicó que en la actualidad se aplican dos tipos de técnicas, el fieltro agujerado que es con aguja que facilita de otra manera y que sirve para más esculturas que para prendas como mitones, bufandas, boina y plantillas de zapatos. Pero en esta ocasión, el taller fue al trabajo en fieltro húmedo.
“Esto es imposible que se pueda romper, parece difícil. Pero, pasa que solamente tendríamos que cortar, son biodegradables. Lo podemos cortar y reciclar y volver a hacer otras cosas”, explicó.
En base a un trozo de lana, y con la aplicación de cada pieza sumergida en agua caliente, las usuarias le fueron dando forma a cada una de las figuras realizadas.
Durante su década ligada a esta artesanía, es posible encontrar el trabajo de ella en el Instagram “Pasión por el fieltro”, donde se puede apreciar cada trabajo intenso a todo color.
Una de las asistentes al taller fue Noemí González de Puerto Natales, una mujer dedicada al campo en la Provincia de Última Esperanza, quedó maravillada al conocer esta técnica, que considera que le da un valor agregado a la lana.
“Entonces, es importante y bonito valorar y darle un empuje al tema de rescatar esta técnica ancestral y que, de repente, no hay motivación por parte de la juventud porque no ven que se puede generar ingresos con esto. Y esta es la forma, creo que es con un poquito uno puede hacer algo”, señaló.
Ella es ingeniera acuícuola y tiene a su hijo con estudios en casa, cree que se dedicará a las labores rurales en su futuro. Mantiene su confianza que será una de las personas que valorará las cosas que se realizan en el campo.
Dato histórico
Esta técnica inició en Mongolia, en donde, un grupo de varones colocaron un vellón de lana recién esquilado en un caballo, se montó el jinete con la temperatura, la transpiración, desde que va y vuelve, se da cuenta que había un textil hecho y está hasta el día de hoy.