La música, el baile, el colorido, la alegría. En fin, un sinnúmero de elementos se conjugarán a partir de hoy en una nueva edición del Carnaval de Invierno.
La fiesta se tomará las calles de Punta Arenas y quien más, quien menos, magallánicos o visitantes, sentirá esa chispa diferente y ese aire distinto en el ambiente, al ritmo de las murgas y las batucadas, y ante el imponente paso de los carros alegóricos.
El evento, hoy parte protagónica de La Invernada, que organiza la Municipalidad de Punta Arenas, ha logrado mantenerse en el tiempo y afianzarse pese a los vaivenes que ha sufrido Magallanes, como la otra cara de la moneda a la siempre preocupación por el tema del gas o a la constante alza de las bencinas.
Su primera edición data de 1996, cuando el entonces alcalde el fallecido socialista Carlos González, quiso poner “una lucecita de esperanza en medio de la noche”.
De esta manera, se buscaba, de alguna u otra manera, retomar la antigua Fiesta de la Primavera, aquella que se inició en la primera década del 1900 y que logró mantenerse en el tiempo hasta la década del ‘70.
En aquel año, 34 carros alegóricos y 15 murgas inundaron de alegría las calles de Punta Arenas. La reina ese año fue Paola Mattioni Dubrock, de 17 años, estudiante del British School.
El libro “Un siglo de noticias”, del comunicador Juan Miranda, señala lo siguiente: “En diciembre de 1933, Punta Arenas vive su fiesta de mayor realce y para realizarla prácticamente todas las autoridades se involucran. Presidía el comité organizador Caupolicán Arcaya, en calidad de vicepresidente Martín Kischinevsky, secretario Ramón Collao, prosecretario Jorge Sackel Muñoz y la señorita Marta Canales, tesorero don Ángel Marnich. Luego completan la lista una enorme cantidad de directores”.
Se agrega que fue elegida Reina de la Primavera Emma Cerveró y su corte estaba formada por las señoritas Berta Swart, Estela Lorca, Laura Nebel, Teresa Roca, Blanca Stambuck y Laura Bianco.
“En una fotografía de Estudio de Tomás Franciscovic, que estaba en Roca 974, se aprecia a las bellezas magallánicas con faldas que llegaban un poco más arriba de los tobillos. Zapatos negros y de taco medio. Todas con sombrero y la gran mayoría con abrigos de solapa ancha. El corso final se realizó el 4 de diciembre, con el cual se daba término a esta Fiesta de la Primavera”, señala la publicación.