La turba es un material orgánico, de origen vegetal que posee color pardo oscuro y es considerado como una masa rica en carbono (aproximadamente un 50%). Es catalogado como un recurso minero, y está establecido en la Ley Minera como un mineral no metálico, pues es la etapa inicial de la formación del carbón. Se utiliza principalmente como combustible a escala doméstica, como también en la obtención de abonos orgánicos. A nivel nacional, es utilizado por la mayoría de los agricultores, y las empresas que producen bulbos (lilium principalmente).
Este recurso se da exclusivamente en las zonas polares del mundo, por lo tanto, Magallanes es uno de los pocos lugares donde se desarrolla a nivel mundial.
Patagonia Peat S.A es la única empresa nacional que explota la turba de forma industrial. Actualmente posee una turbera en funcionamiento de 140 hectáreas en San Juan, desde donde extraen material que hasta ahora sólo venden a escala nacional.
Las ganas de expandir el negocio, en el cual llevan más de 20 años, son muchas. De hecho ya tienen una concesión minera para explotar una mayor cantidad de terreno en este mismo sector, además de otra en Seno Otway y otra en Río Turbio.
Además de esta documentación, para comenzar a explotar se necesita un plan de explotación, aprobado por el Sernageomin, y la Resolución de Calificación Ambiental emitida por el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Sin embargo, ésta última se ha convertido en una “traba”, según comenta el gerente de la empresa Miguel Barros.
Nueva legislación
A fines de 2013, el SEIA endureció su reglamento para entregar la calificación, lo que incluye que los proyectos que se presenten deben incluir medidas de compensación, mitigación o reparación del terreno que se está explotando.
“Hay cierto temor de las autoridades en autorizar explotaciones elevadas porque sienten que el daño va a ser demasiado y no se va a restaurar, y eso no es así”, sostiene Barros.
Desde que rige el nuevo reglamento no se han entregado resoluciones de calificación.
“En el caso de la turba no está muy claro cómo podríamos nosotros pensar que se podrían producir estos tres puntos, que es el espíritu que está detrás de la ley, entendiendo que cualquier actividad productiva va a producir un impacto. Recién estamos estableciendo límites medioambientales, debido a que la legislación ambiental nueva nos obligo a mirar con mas profundidad esto”, explica el seremi de Medio Ambiente, Manuel Aravena.
La turba todavía es un terreno de legislación que está lleno de interrogantes, que las autoridades esperan esclarecer a través de una investigación que está llevando a cabo el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), justamente en terrenos de Patagonia Peat S.A.
“Quedan muchas cosas por discutir en cuanto a esto. Por ejemplo, la estrategia de la región en cuanto a dónde se puede explotar, que turba, cómo tienen que ser las medidas de compensación, mitigación o de reparación para decir que es un proyecto sustentable. Además solucionar un problema que está relacionado con nuestra normativa, que es establecer dónde entra a ser un proyecto minero y dónde es un proceso de agricultura”, agrega Aravena.
Restauración
Por su parte, Barros asegura que, frente a esta nueva legislación, la empresa se encuentra en un proceso de demostrar que el proceso de restauración que ellos ya llevan a cabo hace más de 10 años, funciona. Este proceso se hace a través del sphagnum, la capa viva de musgo que se encuentra sobre la turba. “El 2013 no nos presentamos justamente porque nos está exigiendo que demostremos que la turba sí se regenera. Yo encuentro correcto eso, queremos que la autoridad vaya dándose cuenta de que sí lo hacemos, por eso en conjunto con el INIA vamos a presentar un proyecto en el que se de cuenta que la turba se esta explotando pero también restaurando, para después poder optar a otras concesiones”, afirma.
Una vez aclaradas estas interrogantes, la industria podría estar en condiciones de expandirse y convertirse en un recurso que genere ganancias importantes para la Región de Magallanes, aseguran tanto las autoridades como empresarios.