Desde la memoria de un tesoro viviente del pueblo Kawésqar, se realizó este libro, el cual fue financiado por el 2% de Cultura del Gobierno Regional y apoyada por la Municipalidad de Río Verde.
La obra, que fue presentada en dependencias de la Contraloría Regional, es una recopilación de las vivencias y sabiduría Kawésqar, relatado por Rosa Catalán Portales, una octogenaria descendiente de esta cultura asentada en la Isla Riesco que, a través del libro, comparte con el mundo diversos aspectos y costumbres de un pueblo que con los años ve su cultura e historia acercarse a la extinción.
La protagonista del libro, Rosa Catalán, destacó que “el hecho que se haya logrado hacer este libro es un enorme reconocimiento que se hace a nuestra cultura y un orgullo para nosotros como pueblo”, agradeciendo el interés y apoyo recibido por parte de la municipalidad la realización del libro que a través de 90 páginas permitirá a los lectores tener un encuentro único con los indígenas del sur de Chile.
“Lo más importante para nosotros como municipalidad es que con este libro financiado con el 2% de Cultura del FNDR, se está apoyando el trabajo para rescatar la historia de un pueblo originario que vive en nuestra comuna”, sostiene la alcaldesa de Río Verde, Tatiana Vásquez, destacando que este tipo de iniciativas entregan un cúmulo de sabiduría sin precedentes a las nuevas generaciones, y abren la puerta a nuevos proyectos que permitan rescatar los conocimientos y costumbres de los pueblos indígenas y mantener viva su historia.
Por su parte, Iris Fernández, la autora de la obra literaria escrita en inglés y español, explicó que “lo más importante de este trabajo es que desde la voz de una mujer Kawésqar podemos rescatar el legado de este pueblo. Ella nos ha entregado su legado al confiarme sus conocimientos sobre la medicina ancestral, el tejido y otros aspectos de su cultura”, detallando que el libro, más que una biografía de la protagonista, es un compendio de conocimiento fresco y puro de uno de los principales pueblos indígenas de la zona.
La dramática condición del grupo étnico en extinción, debido a la ocupación gradual de los antiguos territorios indígenas por parte del blanco, provocó una pérdida importante de las antiguas tradiciones y costumbres. En ello radica la importancia de mantener viva su cultura, a través de la divulgación de las vivencias y conocimientos de los más ancianos, quienes son los conocedores de la lengua y las creencias y los encargados de mantener viva la práctica cultural ancestral.