“El 22 de abril, al llegar a mi casa me di cuenta que tenía muchas llamadas, cuando contesto, amigos me preguntan por mi hermana, y ahí me envían una imagen que salía que Camila y Estefanía habían fallecido en un volcamiento. Saqué fuerzas y les fui a decir a mis padres que Camila había tenido un accidente, en principio no les dije que estaba fallecida”. Estas fueron las palabras de Julia Vásquez Fernández, hermana de una de las víctimas fatales del accidente registrado el 22 de abril en el sector de Agua Fresca.
En el testimonio de la joven de 20 años, ante los jueces, agregó que “a Aleandro no lo conocía, pero a Sebastián Guerrero lo conocíamos desde el liceo. Así que fui al hospital para hablar con él. Ahí Sebastián me dice ‘lo siento’, me dijo que iban tomando, pero que Aleandro había estado tomando desde la noche anterior, no se le notaba pero estuvo en un local toda la noche, eso lo sabe, porque Sebastián trabaja poniendo música ahí. A mi hermana la última vez que la vi fue a las 15 horas, y Sebastián me comentó que minutos antes pasó un auto rojo, pero que no fue el causante del accidente. Después del funeral de mi hermana mi mamá se descompensó y la tuvimos que llevar al hospital. En ese momento estaban dando de alta a Sebastián y lo encontré, y me dijo que hablemos después”.
Agregó que tras ello “nos fuimos con el papá de Estefanía a su casa y ahí contó que iban demasiado rápido, que el velocímetro marcaba más de 100 kilómetros por hora, y que una de las chicas pidió que baje la velocidad. Tarumán perdió el control del auto y cuando termina de volcar se bajó y Camila y Estefanía no respondían, pero Aleandro le dijo que estaba bien, y fue a la carretera a pedir auxilio”.
La joven tras un biombo declaró que se encuentra en tratamiento siquiátrico y le enrostró al imputado, quien se encontraba sentado en la sala del tribunal, que le arruinó la vida a su familia: “Estoy con depresión, crisis de pánico, ha cambiado mi vida y la de mi familia, nos arruinó la vida, tuvimos que cambiarnos de casa porque siempre dormimos juntas con mi hermana, el daño que nos causó es irreversible y cada vez es más grande, nadie de mi familia ha vuelto a reír. Mi madre está más enferma, todos en tratamiento sicológico, pido que se castigue con las penas más altas, que pague con todos los años que tiene que pagar. Vine a declarar por la muerte de mi hermana”.
Al término del segundo día de juicio, se vivieron momentos tensos y dramáticos cuando familiares de una de las víctimas fatales se retiraban y lloraban. La madre de la joven fallecida se descompensó en las afueras, siendo necesaria la presencia de personal del SAMU que la atendió en el Centro de Justicia.
Sobreviviente
En el segundo día de juicio, también declaró el amigo de las víctimas y sobreviviente al volcamiento, el joven de 21 años Sebastián Guerrero Hernández. Recordó que “en un momento un auto nos adelantó, Aleandro frenó y perdió el control del auto, y al tratar de retomar volcamos. Las chicas salieron eyectadas del auto, ellas iban sin cinturón de seguridad. Incluso Estefanía momentos antes le pidió a Aleandro que baje la velocidad y ahí la disminuyó”.
El juicio continúa el lunes, donde se espera que terminen de prestar testimonios peritos y testigos y los jueces entregar veredicto.
Los hechos, de acuerdo a la acusación de la Fiscalía, ocurrieron cuando el imputado Aleandro Tarumán Huinao, la tarde del viernes 22 de abril, conducía su vehículo Hyundai Veloster en estado de ebriedad y sin haber obtenido licencia de conducir por la Ruta 9 Sur, cuando al llegar al kilómetro 8,6, y con sus capacidades sicomotoras disminuidas por la ingesta de alcohol, perdió el control desviando su trayectoria, volcando a un costado de la ruta y chocando contra un poste. Por proyección chocó contra un alambrado. En el lugar resultaron fallecidas Estefanía Nicole Arias Painén, de 18 años, y Camila Alejandra Vásquez Fernández, de 19 años. Se indicó que el imputado huyó del lugar sin tratar de obtener ayuda para sus acompañantes y sin dar aviso a la autoridad, desplazándose por la ruta hasta ser detenido por Carabineros. La alcoholemia arrojó una dosificación de alcohol en la sangre de 1.68 gramos por mil.
Con estos antecedentes, la Fiscalía acusó al imputado por los delitos de manejo en estado de ebriedad causando la muerte de dos personas y lesiones menos graves en contra del menor de edad. El imputado no poseía licencia de conducir y se dio a la fuga, atribuyéndole los hechos en calidad de autor, delitos por los que arriesga hasta 16 años de cárcel.