Esta semana, la Comisión de Transportes del Senado llevará a discusión, en la sala de la Cámara Alta, un proyecto que podría permitir que en todos los semáforos del país se pudiera doblar a la derecha, pero teniendo al frente la luz roja, extremando la precaución y respetando a los peatones que intenten cruzar las calles y avenidas donde se autorizaría la medida.

La iniciativa senatorial se basa en una modificación a la actual Ley de Tránsito y concitó apoyo generalizado al interior de la Comisión de Transportes, en la cual se planteó como una solución al problema de los “tacos vehiculares”, no sólo en Santiago, sino que, también, en otras ciudades con intenso tráfico vehicular, como Rancagua, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas, entre otros populosos centros urbanos del país.

Hasta ahora, en Punta Arenas, por citar un ejemplo que la mayoría conoce, semáforos con esa medida propuesta, pero ya en funciones, se ubican en el acceso principal al recinto de la Zona Franca; en Avenida Frei Ruiz Tagle con Los Flamencos; en Carrera Pinto con Frei Ruiz Tagle; en el cruce de la Avenida Martínez de Aldunate con Salvador Allende; en Armando Sanhueza con República y en Martínez de Aldunate con Pedro Aguirre Cerda, por citar los puntos más conocidos.

¿Mejoraría la velocidad del tráfico vehicular? ¿Estarían debidamente protegidos los peatones? ¿Contribuirían a evitar los “tacos” en las horas de mayor intensidad?
Discrepancias
Uno de los impulsores de la medida, poder virar a la derecha con luz roja al frente y respetando a los peatones, el senador Alejandro García Huidobro, insiste que permitirá un flujo más rápido de tránsito.
Y a su favor argumenta que la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico en Autopistas, la famosa National Highway Traffic Safety Administration, presentó al Congreso norteamericano, ya en el año 1994, la necesaria validación de la medida que se aplicaba desde los años 70.

Y basó la necesidad de aprobar y poner en marcha esa disposición planteando que menos del 0,2 por ciento del total nacional de fallecimientos por atropellos en las grandes autopistas estadounidenses, se había registrado en sitios donde estaba permitido virar a la derecha con luz roja al frente.

El Ministerio de Transportes, a través de Carlos Melo, subsecretario de la cartera, contrario a la iniciativa senatorial, argumentó que “los conductores chilenos son imprudentes” y exhibió cifras inquietantes que indicarían que el promedio de muertes de peatones en países desarrollados es del orden del 25 por ciento, mientras que, en nuestro país ese promedio asciende al 39 por ciento, es decir, catorce puntos más.
Y agregó Melo que el Gobierno estaría dispuesto a incentivar que en más calles y avenidas se pudiera virar a la derecha con luz roja y trabajar con los municipios para identificar en qué lugares se autorizaría aplicar esa medida, ya que son las Direcciones de Tránsito las que tienen esa facultad y cuáles serían los requisitos a cumplir.

Y los clarificó señalando que son cuatro: que se hayan registrado tres accidentes por año; que el flujo que vira sea menor a 150 vehículos por hora; que el radio de curvatura sea mayor a diez metros y que exista una buena visibilidad.

Los expertos
Ricardo Hurtubia, investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable de la Universidad Católica de Chile, magíster en transportes, entre otros antecedentes académicos, sostiene que, de llevarse a cabo esta medida, “no aumentará la cantidad de peatones fallecidos por atropello, pero éstos sufrirían una inconveniencia notable, pues deberán enfrentar la incertidumbre ante la dificultad de un cruce, amenazado por la eventual presencia de conductores imprudentes, que lo hacen a gran velocidad y que no respetan el derecho de los peatones que cruzan la calle o la avenida.

Por su parte, Jorge Gómez Arismendi, magíster en ciencia política y director de investigación de la Fundación para el Progreso, señaló que el problema no son los conductores, precavidos o no, “sino que se hacen leyes ridículas para solucionar problemas complejos”.
Y remachó su visión indicando que “es absurdo pretender resolver el problema de la congestión (vehicular) mediante una ley, sin abordar otras variables como el parque automotor, las calles o la planificación vial”.
Fuentes del municipio local indicaron que mientras la iniciativa de los senadores de la Comisión de Transportes no sea promulgada como una nueva ley, no habrá opinión oficial al respecto, aunque se seguirá, con la debida atención, el trámite legislativo.

La modificación propuesta por la Comisión de Transportes del Senado será llevada a sala en el curso de esta semana, para su discusión.
Mientras tanto, habrá que seguir respetando la luz roja del semáforo para virar siguiendo la “flecha verde” que sí lo autoriza, ya sea a la izquierda o a la derecha.