Hace un par de semanas y después
de 8 años de tramitación, fue promulgada la ley de Tenencia Responsable de
Mascotas, más conocida como la ley “Cholito”, que protege a los animales
domésticos en caso de maltrato, además de regular los conductos de adopción y
registro de mascotas.
La aplicación de la medida fue
aplaudida por gran parte de la población. Sin embargo, desde hace unas semanas
se han alzado diferentes voces manifestándose en contra del artículo 25 de la
ley 21.020, que tiene relación con la venta de animales.
“Los dueños de criaderos y los
vendedores de mascotas o animales de compañía, de la especie canina y felina,
deberán esterilizarlos antes de su entrega a cualquier título, a menos que el
adquiriente sea otro criadero debidamente establecido e inscrito en el registro
pertinente”, explica la normativa. No obstante, el punto que critican los
expertos, tiene relación con los problemas que podría sufrir el animal al ser
esterilizado a tan temprana edad (el cachorro debe ser entregado por las entidades
correspondientes en un periodo de dos meses), lo que ha abierto nuevamente el
debate.
Sin embargo, hay otra arista
negativa en el tema de la esterilización: El Club Nacional del Terrier Chileno
(CNTC), única raza de perros chilena reconocida internacionalmente por la
Fédération Cynologique Internationale (FCI, entidad reconocida oficialmente
como clasificadora de especies caninas), teme que castrar a los animales
mermará fuertemente la tasa de reproducción de este can -conocido como el
“Washington” del cómic Condorito- lo que podría significar su salida de las
razas oficiales de perros en el mundo.
“No hay duda de que esta ley es
un gran avance para cualquiera que sea amante de los animales, porque se hace
cargo de establecer los derechos y deberes de quienes tienen mascotas. Sin
embargo, parece que por la urgencia con que se tramitó, no se evalúo bien un
artículo, el 25, que obliga a entregar los cachorros esterilizados. Esto supone
que nuestros terriers chilenos no podrían reproducirse a una tasa adecuada, con
lo que se arriesga su población y, por supuesto, el alcanzar el número de
ejemplares mínimo que se exige para ser reconocido oficialmente como raza”,
explicó el presidente de CNTC, César Maerten.
Esta arista, según explicaron
desde el CNTC, también tendría a otra raza, el perro ovejero magallánico, más
conocido como el “barbucho”, el cual está en pleno proceso de convertirse en
una raza oficial, tramitación que está a cargo del Club Kennel Chile, única
entidad reconocida en el país que puede presentar al barbucho frente a la FCI
para su reconocimiento.
El perro ovejero magallánico,
como detalla el Club Kennel, “es un perro mediano de unos 50 centímetros de
alzada, cubierto de profuso pelaje que lo protege de los fríos invernales, y
que motiva que en el verano sea trasquilado conjuntamente con las ovejas que
normalmente conduce, aprende su labor por imitación. Es un animal ágil y vivaz,
dotado de gran inteligencia y sentido de conducción”.
Si bien el terrier chileno tiene un catastro de población cercana a los 4.600 ejemplares en el país, el ovejero magallánico no alcanza aún los 800 canes, requerimiento mínimo para ser considerada una raza oficial, lo que se agudizaría con la aplicación del artículo 25 de la ley Cholito.
El representante del Consejo de
Lonkos, Manuel Currilen Chewquel, afirmó que “éste es un primer paso de algo
real, que tendrá continuidad en el tiempo. Antiguamente había proyectos
temporales y eso no nos servía para las necesidades que tenemos. Estamos agradecidos
por este avance”.
El proyecto de esta carrera ya fue presentado por la UPLA a la Conadi. Ahora resta la evaluación y aprobación interna del Consejo del Instituto Tecnológico, del Consejo Académico y la Junta Directiva de la UPLA para formalizar la creación de la carrera.