“La Pascua de Resurrección,
para nosotros es siempre la Fiesta de la Esperanza”, declaró ayer el
obispo de Magallanes, Bernardo Bastres.
“El Evangelio dice que en el amanecer del primer día de la semana, o sea cuando despunta el sol y el sol siempre trae esperanza, optimismo. Es la fiesta donde recordamos que el bien siempre vence al mal. El mensaje de mi homilía es recordarnos que nuestro Señor nos ha traído el bien y debemos hacer todo lo posible por sembrar el bien. Él ha traído la vida y ha vencido a la muerte y ha destruido a la muerte. Es una fiesta de esperanza que nos invita a todos a dar lo mejor que tenemos para el servicio de la paz”.
Daniela Mancilla, integrante del Coro
Juvenil Catedral desde los 13 años, agregó que “llevamos más de diez
años participando. Cantamos todos los domingos y Semana Santa es la
semana más agitada del año, no sólo cantando, sino también se trata de
ser testimonio con nuestro canto de como alabamos a Dios.
Esto es una fiesta y tratamos de expresar la alegría del resucitado a través de nuestro canto. Me encanta y feliz lo haría muchos años más”.
Dioner Nava, inmigrante venezolano, declaró mientras tomaba con fuerza la mano de su señora. “Lo especial para nosotros que somos extranjeros es venir a pedirle a Dios por la familia y los que dejamos atrás y eso nos afecta. Gracias a Dios nos han recibido muy bien aquí en Chile”.
Jorge Vallejo expresó: “No soy tan cercano a la Iglesia, pero es un reencuentro que te purifica en cierta manera. Esto ayuda al reencuentro con la familia y eso permite salvar muchas cosas. En el fondo, aunque no soy muy cercano, sí me estoy reencontrando”.
José Luis Paredes, el hombre a cargo del fuego a la entrada de la Catedral, relató que “desde chiquitito venía a misa con mi abuelo que trabajaba también en la Iglesia. Esto para mí es trabajo, pero también algo religioso, de Semana Santa”.
Magdalena Majó, turista argentina, señaló que “es volver a renacer en uno, recordando todo lo que vivió Jesús para perdonar nuestros pecados. Uno se prepara toda la cuaresma para renacer en una persona nueva, para caminar con alegría y con Jesús”.
Mario Rodríguez, también trasandino, dijo que “es acompañar a Jesús en la noche de su resurrección, es una experiencia interesante y más aún hacerlo en un país distinto, pues somos argentinos, el ver como se vive es una experiencia