La Región de Magallanes presenta bajos índices de acoso escolar por Internet o ciberbullying, respecto de otras regiones del país.
Los números son alentadores para la zona más extrema del país: entre igual período de 2016 al 2018, la Unidad de Comunicaciones y Denuncias ha recibido solo tres denuncias en las que el maltrato se ha manifestado a través del uso de tecnologías.
“Si bien las cifras son tranquilizadoras, no debemos bajar la guardia. La superintendencia continuará resguardando el interés superior del niño, en su aspecto físico como sicológico, por lo que recomendamos que los establecimientos educacionales trabajen en estos temas, con el objetivo de educar sobre el uso responsable de los medios tecnológicos”, dijo Jessica Geldun Mancilla, directora regional (s) de la Superintendencia de Educación (Supereduc) en Magallanes.
La funcionaria también hizo un llamado “a detectar situaciones como las aquí
descritas, activar los protocolos pertinentes.
No debemos olvidar que padres, madres y apoderados son los primeros responsables de educar a sus hijos, siendo de vital importancia su participación en el establecimiento. Recordemos, además, que estas situaciones ocurren generalmente fuera del horario escolar, pero repercuten en el establecimiento”.
Junto con lo anterior, Geldun recordó que la Superintendencia de Educación difundió en junio la nueva circular de Reglamento Interno, que obliga a los establecimientos educacionales a actualizar las estrategias de prevención mediante protocolos que les permitan actuar adecuadamente en casos de ciberbullying.
“Los establecimientos han trabajado arduamente en prevenir situaciones de violencia física o sicológica entre estudiantes, pero se está pidiendo que también actúen frente a las que se produzcan a través de medios digitales como Facebook, Instagram, páginas de Internet, videos, WhatsApp, entre otros”, señaló la autoridad regional.
Por su parte, el seremi de Educación, Nelson Cárcamo, confirmó que “según nos comentan los profesores de los establecimientos, ha disminuido el bullying a medida que se han ido trabajando los planes de contingencia, los protocolos y las actividades sobre convivencia escolar”.
Específicamente, respecto del ciberbullying “es mucho más difícil de detectar, porque normalmente se desarrolla en las horas en las que los niños están en el hogar”, manifestó Cárcamo.
Situación del país
Tal como se informó a nivel nacional, la Superintendencia de Educación reveló que el ciberbullying ha tenido un importante aumento y que el 82% de las denuncias corresponde a situaciones que afectan a niñas.
Estas cifras muestran que la mayoría de las denuncias por ciberbullying involucran a estudiantes de 5º a 8º Básico, quienes se ven afectadas mediante plataformas como Instagram, Facebook, YouTube o Whatsapp.
El informe de la superintendencia evidenció un aumento de un 56% de casos, al comparar las cifras del primer semestre de 2016, 2017 y 2018.
Al respecto, el superintendente de Educación, Sebastián Izquierdo, sostuvo que “esta alza sin duda nos preocupa, ya que el ciberbullying da cuenta de conflictos de relaciones entre los estudiantes, que al no ser resueltos en los colegios, se trasladan a los espacios virtuales, lo que nos habla de que existen necesidades en la formación de los estudiantes y en la resolución pacífica de conflictos”.
Izquierdo también alertó sobre el aumento del acoso escolar en el segundo ciclo básico, donde se acumulan las denuncias por maltrato entre estudiantes y las que contienen ofensas por Internet, lo que habla del uso de las tecnologías desde muy temprana edad.
“Por lo que la tarea de educar en el uso responsable de las tecnologías involucra no solo a los colegios, sino también a las familias”, dijo la autoridad nacional.
Mujeres afectadas
Según el informe de la Superintendencia de Educación, durante el primer semestre de 2016 se presentaron 70 denuncias de ciberbullying que afectó a mujeres, mientras que en 2017 la cifra bajó a 65 y en 2018 aumentó a 108.
Lo anterior da cuenta de un total de 243 denuncias durante el primer semestre de los últimos tres años, cifra que contrasta con las 54 denuncias donde las víctimas han sido hombres.
@María.P.Sandoval