Uno de los personajes más esperados por la Feria del Libro Dinko Pavlov, es Harold Mayne Nicholls, periodista y dirigente de fútbol chileno.

Fue presidente de la Federación de Fútbol de Chile y la Asociación Nacional de Fútbol Profesional entre 2007 y 2011 y ahora trabaja en la fundación “Ganamos Todos”, donde preside actualmente, ente que por lo demás, se dedican a la promoción del deporte en niños y jóvenes.

Llegó este lunes por la tarde e inmediatamente se trasladó a Pingüino Multimedia, donde compartió una amena entrevista con Jorge Yovanovich, relacionada a su viaje a nuestra región, que se enmarca en la Feria del Libro Dinko Pavlov, donde presentó dos libros.

El primer libro en presentar fue el de su propia autoría Rincones bajo los Tres Palos: “Es un libro que hice hace tres años, lo que yo hacía antes de estudiar periodismo era fotógrafo, trabajé de reportero gráfico del diario Crónicas de Concepción.

Cuando llegué a la ANFP de presidente, me empezó a tocar viajar mucho por Chile y vi muchos arcos en los viajes, en las calles, carreteras, entonces le dije al fotógrafo Marco Muga ‘por qué no hacemos un libro con puras fotografías de arcos’ y lo hizo. Yo empecé a tomar fotografías y las junté, recorrí todas las regiones elegí siete comunas de cada región con las fotos mezcle frases con cada fotografía”.

Luego vino el turno de “Adioses y Reencuentro”, de María Soledad Sécul Taboada (su madre), es el primero libro que presentó en la jornada, donde estuvo acompañado por la autora.

“Ella vino, al ser ella la que escribió el libro, me parecía lógico que ella viniera, es su padre, su abuelo los que hicieron la historia aquí Punta Arenas y a raíz de eso escribió esta novela, donde relata las vivencias de ellos, evidentemente novelada, pero las vivencias de ellos, desde que salieron de las isla Brac de Croacia, de donde viene mi familia hasta llegar a Punta Arenas y lo que vino después”, comentó Mayne Nicholls.

-¿Cómo podría resumir su historia con Punta Arenas?

“A fines del siglo XIX, se produjo en la isla de Brac, todo este daño a la agricultura y tuvieron que emigrar porque no había de qué trabajar, entre esos emigrantes a fines de ese siglo se vino mi bisabuelo, las posibilidades eran dos o se iban al norte a las salitreras o se bajan en Punta Arenas a ver qué pasaba.

Se vino, empezó a trabajar, tuvo dos años hasta que tuvo un capital suficiente, mandó a buscar a su familia y la que sería mi bisabuela, sólo le mandó al hijo de cuatro años, que era mi abuelo y ella se quedó con la hija, no se vieron nunca más, mi abuelo estudió acá y ahí partió la historia”.

-¿Qué le parece compartir la pluma con tu madre?

“No, ella escribe bien, yo junto las letras, ella ha hecho un tremendo trabajo en esa novela, a mí me gustaría tener esa perseverancia y tenacidad para hacer una novela, esto que hizo mi mamá es un tremendo aporte para las familias, para que conozcamos un poco más de las raíces nuestras y evidentemente hay todo un trabajo de investigación que aparece en el libro”.

-¿Qué se le viene a la mente cuando le dicen Punta Arenas?

“Recuerdo que aún no vengo al Chapuzón, pero espero que se den las condiciones para tirarme mañana (hoy). Lo segundo son las condiciones que tienen que haber llegado todos estos inmigrantes, tienen que haber sido durísimas, libros que leo de esos tiempos, que son muchos, me pregunto cómo lo hicieron para querer tanto a esta tierra tan inhóspita y tan alejada del resto y así y todo, mi abuelo toda la vida dijo que era de Punta Arenas”.

@PaulaAlarcón