El
Senado argentino no logró ayer iniciar el debate sobre si autoriza a la
Justicia a realizar registros en las casas de la expresidenta y actual
senadora Cristina Fernández, imputada en una causa por sobornos, ya que
no asistió el número mínimo de legisladores requerido para tratar el
tema.
Se trata de la segunda cancelación del pleno, que tenía que haberse celebrado el miércoles pasado, pero se aplazó porque algunos senadores alegaron no haber tenido tiempo suficiente para leer el documento enviado por el magistrado que solicita realizar los allanamientos.
Para
celebrar la sesión de ayer se precisaba la presencia de la mitad más
uno de los 72 senadores, pero solo acudieron 36, en una Cámara en la que
el peronismo -dividido en diversos sectores, como el kirchnerismo,
liderado por Fernández- tiene mayoría pero también divisiones respecto a
cómo afrontar la situación de la ex jefa de Estado. Se prevé que se
vuelva a intentar el debate el próximo miércoles.
Como cuenta con fueros parlamentarios que impiden que sea detenida o se registren sus propiedades, el juez federal Claudio Bonadio necesitaba del permiso de la Cámara Alta para poder llevar adelante la medida, en el marco de una causa en la que está acusada de haber integrado una red de sobornos de empresarios de la obra pública durante los gobiernos kirchneristas (2003-2015).