A un día del anuncio del mayor reordenamiento en el Alto Mando, el más profundo que el Ejército haya atravesado desde el retorno a la democracia, expertos entregan su visión respecto a la materia.
El
Presidente de la República, Sebastián Piñera, ratificó que 21 de 46
oficiales fueron llamados a retiro. Esto, en medio de las indagatorias
de la ministra Romy Rutherford por eventuales malas utilizaciones de
recursos públicos en compras de pasajes.
“Los criterios utilizados por
el comandante en jefe en la proposición para la conformación del Mando
incorporan la necesidad de renovación anual del Mando, la evolución del
desempeño y la adaptación a los nuevos desafíos de modernización del
Ejército y considerando los hechos que dieron base a las investigaciones
judiciales que son de público conocimiento”, explicaba ayer el ministro
de Defensa, Alberto Espina.
A Lucía Dammert, académica de la
Universidad de Santiago, le parece una buena decisión por parte del
Mandatario y del ministro Espina. “Al igual que sucedió con Carabineros,
al inicio de su gobierno enfrenta directamente los problemas de
probidad que hay en las fuerzas de orden y de seguridad, en este caso
las fuerzas armadas”, dijo a Emol.
Dammert estima que la decisión
adoptada se trata de un beneficio para todos, ya que no se pueden
permitir prácticas que vayan reñidas con la ley. “Para el Presidente
Piñera, que lidera una coalición donde un porcentaje importante de sus
votantes tiene una relación con las FF.AA. más bien cercana, esto le
puede traer algún nivel de complejidad. Sin embargo, la remoción del
Alto Mando no se está dando porque no han habido declaraciones respecto
de dónde están los detenidos desaparecidos, no se está dando por temas
políticos o ideológicos, se está dando por prácticas de corrupción al
interior de las fuerzas y en ese sentido me parece que le va a traer más
beneficios que costos”, puntualizó.
Mientras que Claudio Fuentes,
profesor Escuela Ciencia Política de la Universidad Diego Portales,
considera que la señal política de no tolerar corrupción es relevante.
“No obstante, como existen varias investigaciones en curso, en la
eventualidad que cualquier oficial activo en el futuro sea procesado,
abrirá un fuerte manto de duda sobre la profundidad de esta medida.
Por lo mismo, debemos ser prudentes y esperar las investigaciones judiciales”. “Si ningún oficial activo es cuestionado marcará un derrotero; pero si aparece un caso con oficiales activos, quedará la percepción que los militares juegan con la autoridad presidencial”, añadió. De acuerdo a su percepción sobre cómo queda posicionado el secretario de Estado, explicó: “El caso muestra la debilidad de la autoridad civil. Si en el futuro debe salir un coronel o general activo, ni el Presidente ni el ministro podría removerlo sin la anuencia del comandante en jefe.
Eso es un problema para el mando civil. Espina sale fortalecido con el cambio, pero -de nuevo - si aparece un oficial activo cuestionado, se pondrá en duda su autoridad”. A su vez, Gonzalo Müller, director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, se trata de una decisión drástica pero necesaria. “Drástica, porque muchos de los generales podrían considerar que fue injusta al no estar implicados o ni siquiera sujetos de investigación. Pero necesaria, ya que el efecto de que estas investigaciones pusieran en tela de juicio durante un largo periodo al alto mando de la institución afecta su funcionamiento y credibilidad”. A su juicio, el Presidente Piñera ejerció su liderazgo. “En las crisis es donde el Presidente Piñera funciona mejor. Evaluando alternativas y tomando decisiones oportunas”, precisó.
Francisco Vidal, exministro de Defensa del Gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet, afirmó a Emol que el Ejército es una institución permanente de la República y fundamental para el sistema democrático. “Cuando tiene dificultades como ésta (el Ejército) hay que ayudarlo a salir de estas dificultades y el único instrumento para salir de esas dificultades es la verdad”, recalcó.
El exsecretario de Estado manifiesta que para él, la remoción de casi la mitad del Alto Mando, es una decisión acertada y que tanto lo que han hecho el Mandatario como el comandante en jefe, general Ricardo Martínez, han actuado correctamente. “Hay que recordar que hay un proceso judicial en curso de la ministra Rutherford y la exigencia del Presidente de la República, que yo la comparto, era que el Alto Mando no puede tener ninguna sospecha de haber participado en lo que se podría llamar el fraude de los pasajes”, planteó.