Aunque inhabilitado de votar en temas laborales e, incluso, de estar presente en más de alguna sesión del directorio, Marcos Varas ha sido un testigo privilegiado de la forma cómo ha evolucionado la realidad de la empresa.
“Como dirigente sindical, obviamente, no puedo estar de acuerdo con este plan, pero debido a la normativa legal de la SVS, no puedo votar por tener conflicto de interés. Ni siquiera mis opiniones pueden quedar en acta”, comenta.
Sin embargo, aunque rechaza los despidos es enfático en sostener que “las organizaciones sindicales harán todo lo posible por disminuir al máximo el número de despidos que se realizarán a nivel nacional”, sostiene el directivo quien confirma que la cifra de 450 despidos es la que maneja el directorio en sus planes, aunque no está definido cuántos de ellos afectarán a Magallanes. “Es una cifra transversal y que incluye desde gerentes hasta alcanzar a todas las ramas de la empresa”, expresa.
Causas
Sin embargo, al escarbar en las causas de esta crisis, Varas sostuvo que ello se debió a una serie de inversiones que se remontan a 2015 y que “sencillamente no dieron los resultados esperados en términos de rentabilidad”, señala.
El director recuerda que en 2014, el déficit de ENAP alcanzó su menor tamaño y llegó a 3.600 millones de dólares. “Entre 2015 y 2018, se invirtieron más de 1.100 millones de dólares y, sin embargo, actualmente el déficit supera los 4 mil millones de dólares, lo que refleja claramente que las cosas no se hicieron bien en los últimos años y por ello se ha procedido a un cambio total de directores de la empresa”, indicó.
Entre los mayores desaciertos, Varas cita el Proyecto Incremental Área Magallanes, PIAM desarrollado en Argentina. “Si se hubiera sabido los resultados que daría, nunca se habría realizado”, indica. Otros errores fueron el cambio de imagen corporativa y el cambio de su sede.
Pedro Escobar