Parte de una familia de deportistas. Silvana Camelio fue introducida al deporte por su papá a los cuatro años, con la ayuda de la nieve. Así comienza su pasión por el esquí que con esfuerzo y dedicación alcanzó diversos logros de los cuales hoy está orgullosa.
Esta magallánica con el apoyo de su padre, no solo puso su nombre en lo más alto del esquí, sino también el de la región y el de su familia. Debido a la gran cantidad de experiencias vividas, cuenta con muchos días inolvidables, pero a pesar de ello se le hace fácil elegir el más importante.
En diciembre de 1979, a la edad de 17 años, Silvana Camelio logró coronarse como la mejor deportista del país, mediante el reconocimiento otorgado por el Círculo de Periodistas Deportivos. En ese momento la magallánica obtuvo el galardón porque fue campeona nacional infantil en reiteradas oportunidades, en 1977 y 1978 fue viceampeona nacional y en 1979 había alcanzado el tercer lugar. Cabe señalar que la deportista se desempeñaba en slalom, slalom gigante y descenso.
“Fue una sorpresa para mí porque no había sido mi mejor año como corredora de esquí. Si bien eso fue emocionante y es un hecho fundamental en mi vida, más me emocionó el homenaje que hizo Punta Arenas a los tres deportistas que habíamos sido reconocidos por el Círculo de Periodistas Deportivos, Mario Galindo en el fútbol y Hans Hechenleitner en el tiro al blanco. Hicieron un homenaje en el Estadio Fiscal, cuando se inauguró el Campeonato Nacional de Fútbol Amateur. Yo tenía 17 años, Vladimiro Mimica era el relator, todo lo que dijo en ese momento en referencia a mi juventud y la proyección deportiva, fue algo que lo volvió muy emocionante y verdaderamente inolvidable. Me hizo entender que nosotros éramos el futuro de nuestra región, que tenías un deber con la comunidad”, indicó Camelio, recordando aquel día de enero de 1980.
Cambio obligado
La velocidad y la textura de la nieve llegarían a su fin abruptamente para Silvana Camelio, ya que en 1986, durante el Campeonato Nacional de Esquí, en la prueba de descenso, tuvo una fuerte caída. Luxación de fémur y rótula de la rodilla izquierda, corte de ligamentos, tendones y desgarro, ello marcó el fin de la magallánica en el esquí.
Tras varias sesiones de rehabilitación y trabajo focalizado, Silvana Camelio volvió la competencia, ya que en realidad nunca dejó el deporte.
“Mi otro día inolvidable es cuando terminé las siete maratones. En enero de 2017 hice el desafío de las siete maratones en siete continentes. Sydney fue la última, la terminé, y estaba tan cansada que cuando crucé la meta dije ‘por fin se terminó esto’, fueron demasiadas emociones en ese instante. Era tanto el apoyo que sentía de la gente de Magallanes y del resto de Chile que sentía que no les podía fallar. Eran muchos sentimientos. Cada vez que podía agarraba el celular y leía los mensajes. La última maratón fue la única que no gané, pero al saber que seguí primera en el desafío, me sentí muy bien. En ese momento, estaba bastante segura que había alcanzado la cúspide de mi carrera deportiva. No era tan joven, tenía 54 años y la verdad nunca pensé que esto era resultado de una vida dedicada al deporte. Me he dedicado a disfrutar de la actividad física y creo que eso fue fundamental”, concluyó Silvana Camelio, quien ahora se dedica a incentivar a los jóvenes a desarrollar al máximo su talento deportivo, es decir, que crean en sí mismos en el logro de sus metas, algo en lo que ella ha demostrado una fuerza interior, a todas luces impresionante.