Una delegación de 40 Forjadores Ambientales de la Escuela Dellamira Rebeca Aguilar, de Barranco Amarillo, vivieron una entretenida jornada en el Parque del Estrecho de Magallanes, en conmemoración del Día Nacional del Medio Ambiente, que se celebró la semana pasada en la región.

Al respecto, el seremi del Medio Ambiente, Eduardo Schiappacasse, explicó que la actividad nace con el fin de conmemorar el Día Nacional del Medio Ambiente en un área protegida que busca resguardar el patrimonio cultural y natural de la región. “Junto a los forjadores ambientales de la Escuela de Barranco Amarillo vinimos al Parque del Estrecho para que ellos puedan conocer aspectos naturales de la región y cómo vivían las primeras comunidades que habitaron el área. Con esta actividad de educación ambiental, nos interesa promover el cuidado de la biodiversidad de nuestra región y que los estudiantes conozcan parte de su historia, porque no se cuida lo que no se conoce”, indicó.

Por su parte, Paulina González, coordinadora del Área de Patrimonio del Parque del Estrecho explicó que “nosotros siempre hemos visto que los forjadores ambientales de varios establecimientos educacionales son muy movidos y tienen un interés especial por conocer y conservar el patrimonio natural”.

El establecimiento educacional cuenta con la Certificación Ambiental de Excelencia del Ministerio del Medio Ambiente y las actividades ambientales y de eficiencia energética son parte del sello del establecimiento. Así lo indicó Nadia Pardón Oyarzo, psicopedagoga y encargada de los talleres ambientales. “Estamos muy felices con la invitación a este recorrido histórico. Los estudiantes no conocían el parque y pudieron aprender de los primeros asentamientos y además, les sirvió para reconocer el entorno y el patrimonio natural que hay aquí”.
El recorrido que comenzó en Los Torreones para continuar en el sitio Fuerte Bulnes, donde los forjadores ambientales conocieron la historia del asentamiento construido en 1843. Posteriormente, los estudiantes caminaron por el sendero Bosque del Viento, rodeados de coihues que crecen perpendicularmente debido al viento predominante, y finalizaron en el Mirador del Estrecho.