El estallido social ocasionó que colegios y universidades de todo tipo, no pudieran llevar a cabo sus clases de forma normal, ya que no estaban las condiciones para ello y tampoco se podía garantizar la seguridad de empleados y alumnos.
En Magallanes, solo hubo un día en que la Seremi de Educación indicó que no habría clases, para las otras jornadas se anunció que los colegios funcionarían hasta las 13 horas, a pesar de que Punta Arenas y Natales estaban bajo estado de emergencia. En este contexto, además de la baja asistencia en todos los establecimientos educacionales de la capital regional, el Colegio de Profesores inició un paro exigiendo la salida de los militares.
Pero tras el levantamiento del estado de emergencia y el retiro de las fuerzas armadas de las calles, los docentes no finalizaron el paro, más bien continuaron condenando el actuar violento de Carabineros y criticando el discurso de normalidad que entrega el Gobierno Regional, cuando aún existían desmanes por las noches.
Después de una reunión con el secretario general de la Corporación Municipal de Punta Arenas, Segundo Álvarez, y la seremi de Educación de Magallanes, Beatriz Sánchez, los docentes decidieron regresar a clases, pero la jornada escolar sería hasta las 13 horas, ya que las tardes serían para organizar diálogos ciudadanos por el estallido social.
Así el Colegio de Profesores de Magallanes, llamó a los padres y apoderados a enviar a sus hijos a sus respectivos establecimientos educacionales.
Desde que comenzó la crisis social y hasta que finalizó el paro docente, la asistencia a los recintos escolares municipales fue de 1.500 a cinco mil alumnos. Ayer, según precisó el alcalde Claudio Radonich, más de ocho mil estudiantes llegaron a los establecimientos educacionales que sostiene la Cormupa. Por lo mismo, invitó a la comunidad a continuar así, hacerse presentes en las aulas y colaborar para el mejoramiento de la educación pública.